“Estos dicen puras pendejadas”, se escuchó en la transmisión por videoconferencia en la sesión del Congreso del Estado. Era la voz de la diputada Sonia Mendoza, que aparentemente no se dio cuenta que su micrófono estaba encendido. Estaba ya harta de casi dos horas de debate sobre el orden del día.
El diputado Eugenio Govea Arcos, uno de los que más intervenciones había tenido para defender el derecho de los partidos emergentes o “chiquillada” a mantener su derecho de tener al menos un diputado plurinominal, le reclamó: “debe pedir disculpas, escuchamos que nos pendejeó y no se vale que minimice nuestras posturas y las descalifique. Usted ha pedido siempre respeto y es lo que debe ofrecer”.
Con colmillo político, la ex candidata a gobernadora replicó: “si se sintieron ofendidos –aludidos- les ofrezco una disculpa, pero no era para ustedes –la pendejeada- era parte de otra plática que tenía por acá afuera de la sesión”. “Qué viva, ora resulta que no era para nosotros”, se alcanzó a escuchar que dijo Oscar Vera. “Cuando digamos algo luego aclaramos: no era para ustedes”.
Fue una jornada donde las mujeres diputadas sacaron el temple. Paola Arreola Nieto del PT y presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales que trabajó y presentó el dictamen sobre la Ley Electoral, reclamó a las cuatro diputadas de Morena que “se hayan dejado manipular por un hombre que no tiene pantalones para sostener acuerdos como lo es Edson Quintanar”.
Sonia Mendoza la secundó al recalcar que “Edson fue irresponsable al no acudir a las sesiones de Puntos Constitucionales para debatir y de pasada, le dio un llegue a Pedro Carrizales “El Mijis”: no envió a la Directiva los dictámenes de temas violencia política y ahí anda en redes subiendo videos de que apoya a las mujeres y quien sabe cuanta cosa más. Mejor legisle diputado”.
Desde las 10.00 horas cuando arrancó la sesión, el debate fue intenso al momento de aprobar el orden del día que incluía la Reforma Electoral. La “chiquillada” se defendió con todo. Oscar Vera, Eugenio Govea, Cándido Ochoa, Mario Lárraga, Isabel González y Martha Barajas, expusieron argumentos.
“No se vale que Juan Ramiro Robledo –presidente del Tribunal Administrativo- que quiere ser candidato a gobernador por Morena, de manera cobarde como siempre, sin dar la cara, use a su hijo Ramiro Robledo –subsecretario jurídico del gobierno- que quiere ser diputado en la próxima Legislatura, para dar órdenes y vengarse de nosotros. Que nos los diga de frente”, retó Oscar Vera.
Los señalamientos contra el secretario de gobierno Alejandro Leal fueron duros. Edgardo Hernández, quien segundos antes había comentado –también sin darse cuenta de que su micrófono estaba encendido- “al chile, la Casa Grande ¿metió la mano en esto?”. Su interlocutor seguramente se lo confirmó porque su intervención fue virulenta, a su estilo.
Las diputadas aludidas por Paola Arreola, quien las acusó de títeres manipuladas por un hombre, respondieron. Marite Hernández, Angélica Mendoza y Alejandra Valdés le exigieron respeto. “No insultes nuestras inteligencia, nosotras decidimos por voluntad propia, nadie nos manda ni nos dicen qué hacer”. Y defendieron a Edson Quintanar quien finalmente tomó la palabra: “En Morena no somos empleados de nadie, no actuamos por línea sino por consenso, acepto las críticas pero con respeto”.
Todavía en asuntos generales los diputados Rolando Hervert líder del PAN y Mauricio Ramírez del PRI junto con Sonia Mendoza, Beatriz Benavente y Patricia Silva, insistieron en que la Ley Electoral debe aprobarse en la sesión de este martes. Ya no hay tiempo, se agotaron los plazos y si lo intentan, entonces sí las cosas se van a poner peor, advirtieron Vera, Govea e Isabel. Martín Juárez alcanzó a prometer independencia en sus decisiones y apego a la ley, absoluto.
A partir de 1:55:15 se escucha el murmurar de la diputada Sonia Mendoza contra sus compañeros de legislatura
El argumento para revivir la Ley Electoral es que tiene grandes avances en materia de combate a la violencia política de género que se quedarán sin entrar en vigor. “No es para tanto, hay leyes internacionales y leyes generales que protegen a la mujer además, son las mismas diputadas quienes agreden a sus compañeras”.
Una jornada de cinco horas exactas, donde las mujeres sacaron el temple y los viejos lobos de mar, la experiencia.