CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- En medio de acusaciones de fraude arrancó la votación de los militantes del PRI que elegirán a su nueva dirigencia entre los candidatos Lorena Piñón, Ivonne Ortega y Alejandro Moreno.
Desde antes de iniciar el día, Ortega denunció robo de urnas y paquetería abierta previamente a la instalación de más de 6 mil casillas en todo el país.
En redes sociales, Ivonne Ortega manifestó que en Chiapas, Michoacán, Oaxaca, Coahuila y Estado de México han aparecido paquetes electorales abiertos y en todo el país se reporta compra de votos.
Al momento de votar en Yucatán de donde fue gobernadora, pidió a la cúpula del PRI respetar la voluntad de los militantes a quienes convocó a participar.
“No hay futuro en el PRI con urnas embarazadas, fraude y compra de votos” advirtió Ortega quien junto con José Alfaro compiten en la elección interna para la nueva dirigencia nacional de los próximos cuatro años.
A su vez, en la mañana al acudir a votar en Campeche de donde es gobernador con licencia, Alejandro Moreno adelantó su triunfo e hizo un llamado a la unidad.
“Vamos a construir la unidad. Vamos a transformar a nuestro partido. Vamos a alzar la voz para defender las causas de todos los mexicanos”, declaró al emitir su voto Moreno quien junto con Carolina Viggiano, esposa del exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira, quienes son señalados como los favoritos para ganar.
Lorena Piñón votó en Veracruz y previamente pidió a quien no resulte ganador que vea por la unidad partidista.
Por su parte, la Comisión Nacional de Asuntos Internos encargada de la organización del proceso electoral, al instalarse en sesión permanente aseguró que el priismo votará, de manera directa y secreta, a su nueva dirigencia nacional.
Rubén Esqueda Jiménez responsable de dicha comisión, pidió a la militancia a ejercer este derecho y aseguró que se instalaron seis mil 150 mesas receptoras de votos en todo el territorio nacional.
El PRI tiene un padrón 6 millones 605 mil 714 militantes inscritos, aunque en meses pasados reconocieron que más de 5 millones presentan irregularidades y su padrón actual es de 1 millón 300 mil inscritos.
Posteriormente, José Narro, al renunciar a la candidatura denunció que en los últimos meses se estaba inflando el padrón de manera sospechosa con miles de simpatizantes en los estados donde los gobernadores del PRI apoyan a Alejandro Moreno, por lo cual calificó el proceso como una farsa y una simulación.