LA ENTREGA OFICIAL DEL PRIMER INFORME SE VIO ENMARCADA EN PROTESTAS DE LA OPOSICIÓN Y DEFENSA DE MORENISTAS
Antes de que muchos de ustedes nacieran, Porfirio Muñoz Ledo “ya estaba en la calle luchando por la democracia… Porfirio Muñoz Ledo, aunque les duela, Porfirio es la historia”, lanzó un desafiante Ricardo Monreal, ante los gritos de “espurio, espurio, espurio” que le lanzaron una y otra vez los panistas al presidente de la Cámara de Diputados.
Desde el primer minuto que Porfirio hizo sonar la campaña, para abrir la sesión de instalación del Congreso de la Unión, en punto de las 17 horas, lo primero que se escuchó fue un “eeeeeeeeh espurio”.
“Les ruego orden, les ruego orden, les ruego orden. El golpismo está prohibido en esta Cámara. Si quieren, tengan un debate con los oradores, no con la Presidencia de la Mesa”, instó Muñoz Ledo, pero los panistas de inmediato comenzaron a subir a la tribuna del Palacio Legislativo de San Lázaro para mostrar un enorme cartel: “Morena No Cumple”.
De inmediato, desde la tradicional zona del Bronx, donde hace décadas se colocaban los rudos del PRI, entonces mayoría absoluta, se escuchó al nuevo Bronx, ahora de Morena.
“¡Borolas!, ¡Borolas!, ¡Borolas!”, gritaban los diputados aliados del gobierno federal, en clara alusión al apodo que el presidente López Obrador le puso recientemente al expresidente Felipe Calderón.
Porfirio Muñoz Ledo no lograba contener la euforia inicial con la cual se inauguró el primer periodo ordinario de sesiones del segundo año de trabajo de la Cámara de Diputados y del Senado.
Xóchitl Gálvez, senadora del PAN, logró colocarse justamente atrás de Muñoz Ledo con un enorme cartel con las recientes palabras del Presidente de la República: “al carajo los ambiciosos vulgares”.
En medio de los gritos, la senadora Minerva Hernández, quien se estrenó como secretaria de la Mesa Directiva, le informaba a Porfirio Muñoz Ledo que había 73 senadores presentes y 351 diputados federales.
El presidente de la Mesa decretó el receso tradicional para que tanto él como la nueva presidenta del Senado, Mónica Fernández Balboa, recibieran a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, para la entrega oficial del Primer Informe de Gobierno. Ahí, ella deseó un periodo productivo de trabajo y anunció que el gobierno federal siempre no utilizaría su derecho a la iniciativa preferente para procesar la Ley de Amnistía para los delitos contra la salud.
Pero mientras ellos estaban en ese momento protocolario, el pleno de la Cámara era un hervidero de gritos y pancartas. Los panistas tomaron la parte baja de la tribuna para sostener la manta que reflejaba su inconformidad, porque no se respetó la Ley Orgánica del Congreso de la Unión y les arrebataron el turno de presidir la Mesa Directiva.
“¡Quieren moche!, ¡Quieren Moche!” “¡Andan Crudos!, ¡Andan Crudos!”, gritaban los morenistas y los panistas regresaban gritos de “¡Quieren Ligas!, ¡Quieren Ligas!”. Los ánimos estuvieron a punto de desbordarse, cuando el panista Javier Beristáin hacía sonar la campana de la Mesa Directiva. El morenista Ignacio Campos lo retó a golpes a la distancia y el panista aceptó. Ambos se acercaron a una de las escalinatas de la Mesa Directiva para pelear, pero sus compañeros lo impidieron.
Así era el ambiente que encontró Muñoz Ledo cuando regresó a reanudar la sesión. Desde que entró, los panistas gritaron “eeeeeh espurio”.
Muñoz Ledo anunció la ronda de posicionamientos y le dio la palabra a Gerardo Fernández Noroña, a quien le pidió hablar fuerte porque los gritos de los panistas no lo dejaban hablar. Los llamó “vociferantes” y aclaró que “así prueban su absoluta incapacidad para conducir esta Cámara”.
Esa fue la tónica de las poco más de dos horas de sesión. Las bancadas completas del PES y el PT subieron a la tribuna mientras hablaban sus oradores. Lo mismo hizo el PAN, que desplegó una manta todavía más grande para decir que Morena No Cumple. El senador morenista Félix Salgado Macedonio intentó tapar el NO con una cartulina, pero los panistas no lo dejaron.
Pero fue el discurso de Ricardo Monreal el que cerró la sesión, generó más gritos y mostró el respaldo de Morena a Porfirio Muñoz Ledo.
Rodeado de todos los senadores y diputados de Morena, lo que obligó a los panistas a colocarse en el costado derecho de la tribuna, Ricardo Monreal lanzó un discurso que mostró su dominio de la tribuna y el discurso.
“El presidente de la Mesa Directiva, antes de que muchos de ustedes nacieran, ya estaba en la calle luchando por la democracia. Porfirio no merece los adjetivos que ustedes le han atribuido. Porfirio es historia. Porfirio ha contribuido de manera notable a lo que es la democracia en el país.
Con información de Leticia Robles de la Rosa e Iván Saldaña/Excelsior.