Por Ángel Castillo Torres.
Después de esta infamia no queda más que seguir evidenciando a esta banda de saqueadores disfrazados de diputados y funcionarios. Porque este nuevo episodio de corrupción y tráfico de influencias comprueba que el Congreso del estado se ha convertido en la cueva de Alí Babá. Que la “Ecuación Corrupta” hizo escuela. Que tiene herederos que se esfuerzan día a día para honrar su legado. Que la degradación de la vida institucional en el Congreso se profundiza. Que los pretendidos representantes “del Cambio Verdadero” son incongruentes. Que para algunos cabecillas y legisladores de Morena los cargos públicos son para traficar influencias y gozar de las mieles del poder.
Cuando aquella noche al amparo de la oscuridad acordaron repartirse las plazas de “asesores” del Congreso local, los astutos sinvergüenzas jamás imaginaron que muy pronto su indecencia habría de conocerse. El pacto de silencio y complicidad se arruinó por la ligereza de una indiscreta mujer que sin saber que era grabada rebeló con lujo de detalles el modus operandi de este grupo de bribones.
Era el martes 17 de septiembre por la tarde cuando en varios periódicos digitales estalló la bomba noticiosa. En una grabación de 12 minutos se da a conocer la forma en que presuntamente el súper delegado del gobierno federal, Gabino Morales Mendoza, en complicidad con el incorregible Edson Quintanar, (quien ante el tamaño del escándalo ahora escurre el bulto y se hace la víctima), habrían conspirado para colocar como “becarios” a sus favoritos en la nómina del Congreso.
Sin el menor recato se escucha en el audio a una tal Lizzeth García Miranda relatar la forma en que estos personajes de la Cuarta Transformación enchufaron a las ubres del presupuesto a sus protegidos. Ella misma –Lizzeth– confiesa que es “aviadora” y que está apadrinada por Edson Quintanar. La imprudente soplona le confiesa al “Mijis” (diputado Pedro Carrizales) los detalles de su contratación y al mismo tiempo lo pone al tanto de las confrontaciones que se viven al interior de MORENA.
Con total desparpajo y sin medir las consecuencias Lizzeth García le cuenta al “Mijis” que la influencia de Gabino Morales al interior del Congreso es muy poderosa por la manipulación que hace del dócil Edson Quintanar.
Ya encarrerada, Lizzeth señala a Guillermo Balderas Reyes como el protagonista encargado de concretar el tráfico de influencias con cargo al erario público. La función de este siniestro sujeto, que es asesor de Edson, es resguardar y ocultar a los “aviadores” que cobran hasta 40 mil pesos al mes.
Y en un arrebato de cinismo la delatora le dice al “Mijis”: “el problema es por el Lic. Balderas y la gente que metió, porque la mayoría de la gente estaba de aviadora, incluyéndome a mí,… soy sincera”.
Después de esta infamia no queda más que seguir evidenciando a esta banda de saqueadores disfrazados de diputados y funcionarios. Porque este nuevo episodio de corrupción y tráfico de influencias comprueba que el Congreso del estado se ha convertido en la cueva de Alí Babá. Que la “Ecuación Corrupta” hizo escuela. Que tiene herederos que se esfuerzan día a día para honrar su legado. Que la degradación de la vida institucional en el Congreso se profundiza. Que los pretendidos representantes “del Cambio Verdadero” son incongruentes. Que para algunos cabecillas y legisladores de Morena los cargos públicos son para traficar influencias y gozar de las mieles del poder.
CARAS Y CARETAS.
La Fiscalía Anticorrupción se juega su credibilidad.
Parece que ahora si la Fiscalía Anticorrupción se ha puesto las pilas y ha decidido ir tras dos diputados de la anterior legislatura.
José Luis Romero Calzada (El Tekmol) y Dulcelina Sánchez han sido acusados de peculado. Ahora tendrán que comparecer ante la autoridad para defenderse.
Luego de muchos meses de espera que provocaron la impresión de complicidad la Fiscalía Anticorrupción ha decidido actuar y demostrar que no habrá impunidad en el caso de las facturas de empresas fantasmas que sirvieron para que algunos diputados desviaran millones de pesos en presuntos apoyos de gestoría institucional.
Ojalá se hayan armado bien los expedientes de este caso para que luego del “debido proceso” estos y otros latrocinios como el de la repugnante “Ecuación Corrupta” reciban su merecido castigo.
QUIEREN EVALUACIÓN A MODO. LES MOLESTA RENDIR CUENTAS.
A los diputados y diputadas locales les molesta la evaluación que la organización civil “Congreso Calificado” les aplica trimestralmente. La estimación que realiza esta organizaciónmide el desempeño individual de las y los 27 integrantes del Poder Legislativo a través de 10 indicadores: Iniciativas presentadas; Puntos de acuerdo presentados; Iniciativas aprobadas; Puntos de acuerdo aprobados; Legislador transparente; Iniciativas caducas; Puntos de acuerdo caducos; Inasistencias y retardos; Negligencia contra las iniciativas ciudadanas y conducta notoriamente perniciosa.
Como por lo general las y los diputados resultan reprobados ahora quieren realizar sus propias evaluaciones. Así lo dio a conocer el nuevo presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) el diputado Rolando Hervert al descalificar el trabajo que hace “Congreso Calificado” por considerar que la metodología que emplea no es objetiva.
Así que ahora intentarán que algunas universidades y asociaciones de abogados diseñen y aplique un nuevo método de peritaje. Es decir, quieren ser calificados de manera más condescendiente.
Creo que esta fantasía del diputado Hervert es un sueño de opio. La implacable opinión pública los tienen reprobados y el trabajo que realiza “Congreso Calificado” ha demostrado que tenemos legisladores amateurs.