San Luis Potosí está más cerca de volver al semáforo rojo que de pasar al amarillo, advirtió la secretaria de Salud, Mónica Liliana Rangel tras advertir a los ciudadanos que el paso a semáforo naranja no significa que se relajen las medidas.
Detalló que la entidad acumula 2.5 puntos, es decir, a una décima de volver al semáforo rojo, que es de 2.6 a 4.0 puntos.
Recordó que San Luis Potosí tardó un mes en poder bajar el número de contagios y con medidas de semáforo rojo, por lo que en caso de relajarse las medidas durante las dos semanas que durará el semáforo naranja, en 15 días podría obligarse a una nueva restricción de actividades.
Recalcó que aún hay personas con el virus en incubación y una gran cantidad de personas hospitalizadas que pueden pasar desde una hasta seis semanas ocupando una cama de nosocomio, por lo que pidió no arriesgarse y saturar los sistemas de salud.
Resaltó que si los ciudadanos piensan que el cambio a semáforo naranja significa comportarse como si estuviera en verde, la situación empeorará y un descuido puede provocar una situación caótica en la entidad.
“En un mes logramos bajar la positividad pero aún falta mucho camino por recorrer para llegar a un amarillo, San Luis Potosí está a una décima de volver al rojo”, insistió.
Con información de PulsoSLP.