Ya está en tiendas de discos y plataformas digitales «Oro, salitre y carbón. Diez años de marxophonismo (2011-2020)«. Co-editado por Marxophone y Oso Polita, en este doble álbum recopilatorio Nacho Vegas hace un repaso a su repertorio de la última década y a lo que ha dado de sí su experiencia con la plataforma de autoedición Marxophone.
La escucha de «Oro, salitre y carbón» nos hará revisitar nuestros propios pasos por la última década. Diez años que comenzaron con «una multitud haciendo crac» y concluyen con otra, cada vez más numerosa, «tejiendo como arañas la unidad de España». Una década que se puede contar desde aquel 15 de mayo de 2011 hasta los últimos y extraños meses que estamos viviendo y que podemos reconocer en los versos de «Fabulación«, el tema más reciente.
En este recopilatorio encontramos caras B como «Me lo dijo un ángel» o «Reality», hasta ahora no disponible en formato digital; «Hipopótamu Llambionótamu«, única canción infantil de Nacho Vegas, compuesta en 2016 para un disco colectivo; o «No me voy a Marte», que celebra el vigésimo aniversario de Ecologistas en Acción. También se pueden escuchar variaciones de cancio como «Brujita» o «Lluz d’agostu en Xixón«, versión en asturiano de la canción del mismo título; o directos tan recientes como los de «La última Atrocidad«, con Cristina Martínez de El Columpio Asesino, y «La pena y la nada«, registrados en enero de 2020 en el Circo Price de Madrid. También se incluyen íntegros los EP «Cómo hacer crac» y «Canciones populistas«, que por primera vez se publica en formato CD.
El álbum se completa con seis composiciones inéditas: Oro, salitre y carbón, que abre el disco tomando su título, Lyrica, El ruido y las estrellas, El Carmín de la Pola y las ya publicadas como avance del recopilatorio, Arriba quemando el sol y Fabulación. odas las canciones han sido remasterizadas especialmente para esta edición por Víctor García en Ultramarinos Mastering, en Barcelona. En cuanto al diseño, es obra del diseñador vasco Julen Alberdi.
Más allá de su contenido, «Oro, Salitre y Carbón» es para Nacho Vegas un cambio de ciclo, el último disco que edita con Marxophone y el comienzo de su camino con el pequeño sello vasco Oso Polita. Aunque, para el artista, en ningún modo puede ser el final de Marxophone porque el concepto de fondo de ese “artefacto”, que nació en 2011 como plataforma de autoedición discográfica, sigue vivo en la forma en que el asturiano entiende el proceso de publicar canciones: como un esfuerzo colectivo de un equipo de trabajo cuyas relaciones se sustentan en el respeto, la confianza y el afecto.
Independientemente del nombre que se le ponga a la forma en que los discos se construyen y llegan a la gente, hablemos de auto-edición o de relaciones sello-artista; más allá de los tropiezos y los aciertos de la última década, Marxophone no termina porque no está tanto en los discos que se han publicado con el logotipo de la M como en la forma en que se ha trabajado y en la voluntad de seguir aplicando unos determinados principios. Se llame como se llame.