Los demonios de la violencia están azotando las elecciones. El clima de encono ha ido creciendo desde hace meses. La violencia política ya ha causado muertos, heridos, agraviados, actos de vandalismo, guerras de lodo y una diatriba abundante.
Frente a este envenenado clima de hostilidad las autoridades electorales y los funcionarios responsables de la gobernabilidad han actuado con lentitud y tibieza.
El INE, el CEEPAC, el gobernador, sus secretarios de gobierno y seguridad pública, así como la Fiscalía General del estado han sido indolentes. Dicen que no hay problemas. Que se vive una fiesta de la democracia. Que lo que está ocurriendo es la efervescencia natural de una competencia muy competida.
Pero lo cierto es que la ausencia de trabajo coordinado para anticiparse o mediar en los conflictos es la causa por la que las elecciones están amenazadas.
Más allá de un superficial pacto de civilidad que nadie ha respetado y que fue bautizado como la “Declaratoria por la Democracia”, las autoridades electorales y el gobierno del estado han fallado en su responsabilidad de crear las condiciones propicias para que las elecciones transcurran en paz y en un ambiente de civilidad.
Aquí los hechos.
No exageramos cuando afirmamos que la violencia política está manchando el proceso electoral.
Una relatoría de los acontecimientos que han ocurrido desde que comenzó la competencia política, allá por el mes de diciembre de 2017, nos dará una imagen clara del tamaño del peligro que corre el actual proceso electoral. Veamos.
– El miércoles 13 de diciembre de 2017 (en el inicio del periodo de precampañas) Juan de Dios Guardiola Tello, precandidato del Partido Humanista a diputado local fue acribillado con una ametralladora UZI 9 milímetros en Matlapa, muriendo posteriormente en el Hospital General de Ciudad Valles.
– El 22 de diciembre de 2017 el precandidato del PAN a la presidencia municipal de Tampamolón, Ángel Medina Burgaña, fue encontrado muerto en Tanquian de Escobedo alrededor de las 14:30 horas. Presentaba heridas de bala en el cuerpo.
– La madrugada del martes 27 de marzo de 2018, Israel Mendoza Vázquez, candidato de Morena por el primer distrito federal electoral con cabecera en Matehuala sufrió un cobarde atentado por parte de cuatro sujetos. Recibió un balazo en la región maxilar quedando mal herido. Afortunadamente logró sobrevivir. Después de este acontecimiento Mendoza Vásquez renunció a la candidatura.
– El 12 de mayo por la noche, el coordinador de campaña de la candidata del PRI por Santa Catarina, Jesús Carlos Pérez Ramos fue embosca y baleado en la comunidad de Pinihuan.
– El 13 de mayo, Cristina Moctezuma Lara, candidata del PRD a la presidencia municipal de Ébano, denunció que “al salir de la casa de campaña, cuando iba a abrir el carro, me aventaron una camioneta encima. Fue intencional, hay un policía municipal de testigo, porque estaba enfrente, incluso creyó que me habían matado”.
– El 15 de mayo activistas promotores del voto de Margarita Hernández Fiscal, candidata del PRI a la presidencia municipal por Soledad de Graciano Sánchez fueron hostigados y correteados en la
Unidad Habitacional Pavón de aquel municipio. Estas provocaciones y agresiones se han presentado en otras colonias del vecino municipio de la capital.
– El 18 de mayo, en Ciudad Valles, al amparo de la noche un grupo de vándalos destruyó y pintarrajeó un espectacular del candidato independiente Adrián Esper.
– La tarde del 19 de mayo decenas de militantes del Partido Acción Nacional se concentraron en las afueras de la presidencia municipal de Aquismón para exigir la liberación de uno de sus líderes que horas antes había sido detenido bajo el cargo de obstrucción de vías de comunicación en la comunidad de Tampate. Como no se los entregaron porque ya estaba encarcelado en Ciudad Valles empezaron a destruir patrullas, agredir periodistas y ciudadanos y amenazaron con incendiar el Palacio Municipal si no se les otorgaba lo que pedían.
– En Ciudad Fernández la madrugada del domingo 20 mayo un grupo de desconocidos le prendieron fuego a una camioneta marca Tundra 2017 propiedad del candidato del Partido Verde Ecologista, Jesús Quintero Díaz. El afectado manifestó que había estado recibiendo presiones de funcionarios de alto nivel del gobierno del estado para que renunciara a su aspiración de ser alcalde.
-El pasado viernes 25 de mayo, por la noche, en la colonia Viveros de la ciudad capital, cuatro brigadistas del Partido Acción Nacional sufrieron un atentado a balazos, muriendo uno de ellos y quedando mal heridos otros tres.
Como es su costumbre la Fiscalía General negó sin mayor sustento o investigación que los hechos de sangre tuvieran que ver con las campañas políticas.
– Hasta el día de hoy 18 candidatos (a) han solicitado medidas de seguridad (guardaespaldas) al Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana porque tiene temor de ser agredidos durante sus labores de proselitismo. La preocupación existe, las amenazas son reales.
Lentos e indolentes.
Con estos hechos perfectamente documentados ¿cómo justificar que las autoridades electorales y el gobierno estatal apenas empiecen a reaccionar a un mes de las elecciones para frenar la ola de violencia? Han sido lentos e indolentes.
Con justificada razón han surgido reclamos desde la sociedad civil y política para que el gobernador actué con energía y se garanticen comicios libres y pacíficos.
El llamado más rudo lo hicieron el pasado 20 de mayo diversas organizaciones de productores, profesionistas, clubes sociales y empresarios de la huasteca a través de un desplegado en el que dirigiéndose al gobernador Juan Manuel Carreras le exigieron, entre otras cosas que: …. “tome las medidas necesarias para devolver la tranquilidad a la población de Aquismón. Que a través del uso legítimo de las instituciones haga válidas las garantías que otorga la Constitución a nosotros los gobernados.
Señor gobernador, ya basta de que su gobierno sólo se dedique a ver los toros desde la barrera, es tiempo que, en ejercicio de las facultades y mandato que la ciudadanía le ha encomendado ponga orden en San Luis Potosí”.
Más claro, ni el agua.