Con gol de Cristian Calderón a 10 minutos del final, el Rebaño Sagrado derrotó 1-0 a las Águilas.
Polémica, estrategia, emociones y una pintura son las palabras que definen la Ida del Clásico Nacional donde Chivas logró sacar ventaja gracias a una pincelada de Cristian Calderón que pone a soñar a los rojiblancos con regresar a una Semifinal.
La jugada ardiente de la Ida de esta serie se apareció dentro del área de las Águilas cuando en una jugada el balón impactó en la mano de Sebastián Cáceres, pero el árbitro no la marcó y el VAR lo avaló.
El guardameta rojiblanco agigantó su figura convirtiéndose en factor crucial en la eliminatoria al atajar un remate de cabeza que realizó Henry Martín dentro del área chica.
América no se desesperó y buscó el error del Guadalajara, consiguiendo un balón tras una pifia de Jesús Molina que dejó el balón para un contragolpe que dejó a Martín mano a mano, trató de cruzar pero el arquero rojiblanco desvió con el pie para mandar al tiro de esquina.
Chivas dio el primer aviso del segundo tiempo, cuando en una jugada de táctica fija donde tocaron dos veces el esférico con la cabeza para romper marcas; sin embargo, el remate a puerta realizado por Miguel Ponce fue defectuoso y salió por encima de la portería.
Víctor Manuel Vucetich no estaba dispuesto a salir del juego de Ida sin alguna ventaja, por lo que rápidamente modificó refrescó sus líneas con Chicote y Oribe Peralta.
Estas adecuaciones generaron cambios inmediatos en el Guadalajara que adelantaron líneas para poder inquietar a Guillermo Ochoa, golpeando más y más fuerte la puerta azulcrema, aunque sin la suficiente puntería para manifestarse en el marcador.
América no dejó que el agobio rojiblanco lo sacara de su guión, tratando de aprovechar una oportunidad, tal como un remate de media distancia que intentó Richard Sánchez pero que pasó ligeramente desviado del segundo poste de Raúl Gudiño.
La paridad de fuerzas solamente pudo romperse con una genialidad, misma que fue obra del ‘Chicote’ que se tuvo confianza y sacó un zurdazo pegado al ángulo que convirtió a Memo Ochoa en un adorno para la pintura que realizó el rojiblanco.
