LA MAYORÍA DE LOS MOVIMIENTOS LOS HICIERON MIENTRAS TRAMITABA LA CANCELACIÓN POR LÍNEA TELEFÓNICA.
En 40 minutos y 38 transacciones bancarias, a José Antonio Martínez Cruz, agente inmobiliario, le vaciaron 107 mil pesos de su cuenta bancaria de Santander; algunos de los movimientos ocurrieron mientras él pasaba de un ejecutivo a otro en la línea de atención telefónica, para lograr bloquear el saqueo.
El pasado 17 de agosto José Antonio, recibió en su cuenta fiscal un depósito superior a los 100 mil pesos, monto que emplearía para pagar adeudos a proveedores por lo que se dispuso a realizar las transacciones, sin embargo, la aplicación de SuperToken que permite autorizar estos movimientos, le arrojó un mensaje de error al pretender emplearla.
“Tenía que volver a dar de alta (la aplicación) eso fue a través de mi celular. Cuando hago nuevamente la solicitud me llega la información de aprobación, ingreso los dígitos que me dan y cuando intento usarla nuevamente me pide que reinicie”.
También al acceder a su cuenta desde su computadora, la página le pide que reinicie la “pantalla principal de Santander”. Al intentar ingresar de nuevo le apareció el mensaje de que alguien más ocupaba su cuenta.
A partir de ese momento José Antonio ya no pudo ingresar a su cuenta ni desde el celular ni desde la computadora, pero comenzaron a llegarle mensajes de correo electrónico que le notificaron diversas transacciones por montos inferiores a 8 mil pesos, algunas de 2 mil pesos, entre uno y otro mensaje había poco menos de tres minutos. Las transferencias se hicieron al menos a 4 cuentas distintas no reconocidas por el propietario de la cuenta.
José Antonio marcó entonces a la línea de atención telefónica Santander y durante el tiempo que perdió mientras lo contactaron con un ejecutivo adecuado a su problemática, vaciaron su cuenta.
“Cuando tengo la atención de la persona de Santander, me dice que va a bloquear (la cuenta), le solicitamos que cancele todas las operaciones, que no las reconocemos. Tarda tiempo en bloquear, ya por procesos internos, y él se dio cuenta que estaban haciéndose los movimientos, fue demasiado tiempo y nos vaciaron totalmente la cuenta, fueron 107 mil pesos”, se duele.
SOSPECHA DE COMPLICIDAD AL INTERIOR DEL BANCO
La cuenta de José Antonio es fiscal, así que explica que para realizar cualquier transferencia a cuentas nuevas, debe darlas de alta primero; este proceso lleva, al menos, dos horas por cada cuenta nueva.
También refiere que durante este año, los depósitos realizados a su cuenta se mantuvieron sobre el mínimo requerido para mantenerla vigente y en ningún momento tuvo problemas de retiros irregulares sino hasta que recibió un monto superior a 100 mil pesos.
Enfatiza que cuando los bancos detectan movimientos irregulares en las cuentas, notifican al propietario, incluso si son dos o tres movimientos continuos: “Aquí hubo 37 y nunca hubo procedencia de nada” (la transacción número 38 se hizo a través de un procedimiento denominado TAP).
LAS RESPONSABILIDAD ES PARA NOSOTROS
José Antonio pidió de inmediato al ejecutivo telefónico que le atendió, que se cancelaran los movimientos realizados, pues no reconocía ninguno, pero le parece extraño que solo se pudieron cancelar aquellos movimientos hechos a otros bancos. Los que se realizaron a cuentas de Santander no se pudieron cancelar.
Por este procedimiento, José Antonio recuperó cerca de 10 mil pesos. Además presentó un recurso de aclaración y tres semanas después Santander le indicó que su queja no procedía, pues perciben el suceso como un mal manejo de uso de datos personales, lo cual seria responsabilidad del usuario.
El afectado asegura que en ningún momento anterior al desfalco recibió llamadas que le solicitara información confidencial, ni mensajes, todos los procedimientos de reactivación, asegura, los llevó a cabo a través de las páginas y vías oficiales.
“Volvemos a meter un recurso a través de Condusef (Comisión Nacional para la Defensa de Usuarios de Servicios Financieros) y nos piden tres semanas para aclaración. Cuando nos vuelve a llegar la aclaración, en ese inter de tiempo nos llegó el estado de cuenta y ahí ya aparecían por escrito las transacciones y que todas fueron realizadas dentro del mismo Banco Santander. Hubo tres movimientos que se hicieron a Banorte y Banorte IXE y esas sí las cancelaron y no procedieron”.
LA CONDUSEF RESOLVIÓ DEL MISMO MODO QUE SANTANDER…NO HABÍA NADA QUE HACER.
Después de este reclamo, José Antonio recibió por escrito una propuesta de Santander en la que le ofrecen la reposición del 30 por ciento del monto extraído (35 mil pesos), como acto de buena fe de la institución, con la condición de que firme estar de acuerdo en no realizar ninguna otra acción en contra del banco.
“Cómo un banco va a actuar de buena fe devolviéndonos una parte y no aceptando que todo el monto fue extraído de una manera ilegal”, cuestiona José Antonio.
Desde el mes de noviembre, José Antonio promueve un juicio mercantil en contra de la institución a través de un ministerio público y busca más potosinos y potosinas que hayan vivido esta situación para promover una demanda colectiva, como ocurre a nivel nacional contra Santander.
LO PUEDEN INVOLUCRAR EN LAVADO DE DINERO
Más que recuperar el recurso sustraído de su cuenta por el posible robo de identidad a José Antonio le preocupa que podría verse involucrado en la presunción de lavado de dinero, de acuerdo con la Ley de Extinción de Dominio.
“Se hicieron transferencias a cuentas que yo no puedo comprobarle al SAT de porqué se hicieron. Estoy arriesgando mi integridad y la de mi familia”, recrimina el inmobiliario.
José Antonio también percibe como irregularidad, que en ninguno de los reclamos realizados a Santander, se le haya otorgado el nombre de la persona beneficiaria de los depósitos y solo le otorgan la dirección IP de un teléfono móvil cuyo operador es la empresa Telcel, cuando su equipo personal de telefonía es operado por la compañía Movistar.
Con información de María Medrano / PULSO.