LA MEDIDA APLICA A PARTIR DEL 26 DE ENERO PARA VIAJES AÉREOS.
A partir del 26 de enero, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) requerirán que todos los pasajeros aéreos que ingresen a Estados Unidos incluidos ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales, presenten una prueba viral COVID-19 negativa.
Desde el 8 de septiembre de 2020, México se encuentra bajo una advertencia de viaje de nivel 3 que representa reconsiderar viajes debido al impacto global de Covid-19 y el 2 de diciembre, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) emitieron un nuevo aviso de salud para viajes de nivel 4 por el mismo motivo, llamado que se encuentra actualmente aún vigente.
Luego de que comenzara a expandirse la nueva cepa del SarsCoV2, que sería de más fácil propagación, autoridades de la Unión Americana determinaron endurecer las políticas de prevención en lo que respecta a la población que ingresa al vecino país del norte, medida que contempla a sus propios ciudadanos.
En un comunicado difundido a través de sus sedes consulares, se advierte a todo pasajero que intente ingresar a los Estados Unidos vía aérea que la prueba antiCovid negativa que se presente debe tomarse dentro de los tres días calendario de la salida, en su defecto podrán presentar prueba de recuperación del virus dentro de los últimos 90 días.
“Las aerolíneas deben confirmar el resultado negativo de la prueba o la prueba de recuperación reciente de todos los pasajeros antes del embarque y deben negar el embarque a los pasajeros que no presenten documentación de una prueba negativa o recuperación”.
Ciudadanos o residentes que planeen regresar a Estados Unidos, deben comunicarse con su aerolínea para obtener información específica sobre los requisitos de prueba.
Debido a que las aerolíneas pueden adoptar y modificar sus propias políticas específicas para implementar la nueva regla de los CDC, los viajeros deben comunicarse con la aerolínea para su vuelo con destino a Estados Unidos y no confiar en información de otras aerolíneas o información o experiencia de viajes anteriores.
Se destaca que los viajeros son responsables de los costos de sus propias pruebas y de la atención médica asociada, deberán asegurarse de que el proveedor de pruebas proporcionará resultados que cumplan con las pautas de los CDC y las de las aerolíneas.
Con información de Bertha Escalante/El Sol de San Luis.