LA CARRERA por la candidatura morenista tuvo un giro imprevisto… y no fue que se diera por fin la renuncia de la secretaria de Salud, Mónica Rangel y se confirmara que va a buscar abanderar al partido que es acérrimo enemigo del instituto político que llevó al poder al gobierno que acaba de dejar.
LA SORPRESA es que del gobierno de Juan Manuel Carreras han salido tres aspirantes a la gubernatura en dos partidos distintos.
EL “PARTIDO CARRERISTA” tiene a su secretario de Educación, Joel Ramírez Díaz, con una vela encendida en la cada vez más incierta alianza PRI-PAN-PRD-PCP y aportará a dos de las seis aspirantes que se disputan la postulación de Morena para suceder… a su jefe.
VAYA QUE LA ELECCIÓN de 2021 está presentando episodios sumamente bizarros como la incursión carrerista en un partido opositor, pero también están la guerra fraticida en el PAN y la emergente rebeldía navista, la participación casi testimonial del PRD y la campaña gallardista totalmente ajena a la salud de las muchedumbres que convoca en plena pandemia.
LUCY LASTRAS se manejó con un bajo perfil y luego dio la sorpresa ayer al anunciarse su petición de licencia.
ALGUNA VEZ candidata de Movimiento Ciudadano para la alcaldía, lo que hizo pensar que repetiría, ahora por la gubernatura, ya que el partido de Eugenio Govea había anunciado que postularía a una mujer.
PERO APUNTABA a Morena y le pone mayor interés a esa contienda.
ES PREMATURO decir que será capaz de llevarse la candidatura, pero si su inclusión busca más restarle a su compañera de gabinete que ir por la postulación en si.
COMO SEA, dos funcionarias estatales y la lideresa sindicalista de la administración estatal van por la elección morenista contra tres militantes, una de ellas, con la bendición del Peje.
LA PRIORIDAD, al final, no fue evitar que más potosinos enfermen y mueran de Covid, sino la política.
MÓNICA RANGEL emprende su aventura electoral dando la impresión de que abandona un barco en llamas. La nave que era su responsabilidad salvar y llevar a buen puerto.
SERÁ DIFÍCIL que en una encuesta, o en una votación, la gente se olvide de eso.
ANOCHE CORRIERON VERSIONES de que la unidad centinela ubicada en la Fenapo se saturó de pacientes que desesperadamente buscaban oxígeno.
AL MISMO TIEMPO, EN LAS VÍAS, clientes y locatarios del tianguis parecían vivir en una dimensión distinta, en la que el Covid no existe. No importa si el semáforo está en naranja o rojo, así, cientos más van a morir.
Con información de Columna DeTodos/PulsoSLP.
