Migrantes centroamericanos que llegan a San Luis Potosí sufren robos y extorsión incluso muy cerca de su estancia de unas cuantas horas. La extorsión va desde quitarles aquello que las personas benefactoras les dan y hasta cobro de cuota por subirse al tren, aseguró el sacerdote Marco Antonio Luna, director de la Casa de la Caridad “Luis Morales Reyes”.
Explicó que es muy frecuente que los propios migrantes se quejen de la extorsión que sufren en las calles de los alrededores de la Casa de la Caridad.
Precisó que la principal queja se refiere a un cobro por subirse al tren, e incluso también hay aquellos que sufren de un cobro por quedarse cerca de algún hogar cercano.
Dijo que los operadores de la casa del migrante se han enterado por ellos mismos de todo lo que está ocurriendo alrededor, y sospechan de muchas cosas que suceden a los alrededores, pero se requiere de recabar pruebas.
Lamentó que en el caso de las necesidades que enfrentan los migrantes haya gente que esté pensando en la manera de beneficiarse de los graves problemas que los viajeros padecen.
“Se trata de gente que, en vez de mostrar su solidaridad, enseña lo peor de sí misma”, dijo.
Agregó que es gente que está buscando la manera de beneficiarse de la necesidad de los demás, y de todo lo que ocurre alrededor de ello, llegan quejas casi todos los días, y hacen ver una situación que hasta ahora no ha sido controlada, y que deja a los migrantes en mayor estado de vulnerabilidad.
Admitió que los hechos que afectan a los migrantes suceden en las calles de los alrededores de la Casa de la Caridad, y una parte de ese proceso también ocurre en las vías como escenario que aprovechan aquellos que ven la falta de vigilancia o seguridad para los viajeros.