Feministas exigen la separación del cargo de los diputados Óscar Vera Fábregat y Mario Larraga Delgado, acusados de violencia política de género los dos y el segundo de hasta acoso sexual contra una legisladora y una trabajadora.
Arely Torres Miranda, ex consejera de INMUJERES y activista social, reprobó los hechos de violencia política de género que se presentaron al interior del Congreso del Estado y las denuncias de acoso sexual contra el legislador Mario Larraga Delgado.
Afirmó que es inadmisible que en el Congresose esté convirtiendo en un centro con reiterativas violaciones a los derechos humanos de las mujeres, por los casos que se han presentado desde las agresiones verbales contra la diputada Beatriz Benavente Rodríguez, luego las denuncias de acosos por parte de una trabajadora contra el legislador Mario Larraga Delgado y los insultos de Óscar Vera Fábregat a Paola Arreola Nieto.
«También es importante señalar que si bien la ley no contempla que por estos motivos para los diputados acusados dejen la curul, es lo mínimo ético que deberían de hacer, que entren sus suplencias en lo que se investigan estás acusaciones», aseveró.
Añadió que es necesario que se investiguen las denuncias que han realizado las mujeres afectadas, y se tomen medidas puntuales para que no se sigan presentando este tipo de agresiones, sobre todo que haya disponibilidad de los legisladores a enmendar sus errores no como Edgardo Hernández Contreras, quien rechazó cumplir el mandato del Tribunal Electoral de tomar una capacitación sobre equidad de género.
«Haría un llamado muy enérgico a la Junta de Coordinación Política, y a las instancias necesarias del Congreso del Estado para que se tomen las medidas necesarias para garantizar primero la seguridad de las mujeres y exigirnos una investigación sobre estas denuncias» afirmó.
Torres Miranda manifestó que otro caso que se presentó fue el del ex coordinador jurídico, Roy Padilla, a quien afortunadamente ya separaron del cargo, « pero al interior del Congreso debemos de erradicar conductas machistas, y que no se proteja a los violentadores y sobre todo que haya un castigo ejemplar».
