• Durante dos días se efectuaron jornadas colaborativas para garantizar el derecho humano a la defensa de las mujeres, con perspectiva de género, en los penales de Tamazunchale, Tancanhuitz, Ciudad Valles y Rioverde.
Con el propósito de ofrecer una atención integral en la vida de las mujeres privadas de su libertad y vigilar que se respeten sus derechos humanos en los Centros de Reinserción Social (Cereso) en la Entidad potosina, se llevaron a cabo jornadas colaborativas entre el Instituto de las Mujeres en el Estado (Imes) y la Defensoría Pública del Estado.
La actividad comenzó el jueves 27 de enero en los centros penitenciarios de Tamazunchale y Tancanhuitz, donde se atendieron a ocho mujeres, cuatro en cada municipio. El viernes 28, en el Cereso de Ciudad Valles se tuvo acercamiento y se brindó orientación a 17 internas, mientras que en Rioverde se asesoró a 12 mujeres.
Durante estas jornadas fueron atendidas historias de vida conmovedoras de mujeres privadas de su libertad, en las que se analizó su situación legal para identificar sus necesidades y a partir de ahí establecer estrategias jurídicas que contribuyan a disminuir el número de internas y sus años en reclusión.
Además, el Instituto de las Mujeres en San Luis Potosí informó que las jornadas colaborativas tienen por objetivo garantizar que las mujeres privadas de su libertad enfrenten procesos penales con perspectiva de género, además de garantizar que durante su reclusión se protejan a cabalidad sus derechos humanos esenciales. Otro de los propósitos fue generar lazos interinstitucionales con otras dependencias del Gobierno estatal para realizar esfuerzos en conjunto que garanticen la reinserción social.
Es así que, en breve, el Imes trabajará en conjunto con el Instituto de Capacitación para el Trabajo (Icat), los Servicios de Salud de San Luis Potosí (SSA), la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para generar un programa gubernamental efectivo de reinserción social y ofrecerles a las mujeres entornos adaptativos y de no reincidencia a su salida del centro penitenciario, por medio de actividades que permitan desarrollarse plena e integralmente, de manera humana, digna y cercana a sus familiares.