UNA SEMANA DE LLUVIAS CONSTANTES BASTÓ PARA QUE VUELVA A CAER AGUA
Con una semana de lluvias constantes en la parte central de la Huasteca fue suficiente para que el Río Gallinas volviera a mandar suficiente agua al vacío y que la cascada de Tamul, el segundo paraje más visitado de la Huasteca pudiera volver a vender la postal a los turistas.
Tres semanas completas estuvo sin agua este lugar, hasta que esta semana comenzó a tronar la caída de agua sobre el Río Tampaón.
Durante el estiaje previo, los operadores turísticos acusaban a las autoridades de la Comisión Nacional del Agua y a los lancheros de no estar al pendiente de la extracción de agua que hacen los cañeros del Gallinas y por su parte, los productores echaban la culpa de la falta de agua a la escasez de lluvias que privó desde octubre pasado en la región.