TAMAZUNCHALE

EL ÚLTIMO ADIÓS AL “REY DE LA PIROTECNIA”, DON FRANCISCO “CHATO” ZAVALA.

“Digno artesano de la pólvora que hizo brillar el cielo de Tamazunchale,….con viveza sus manos formaron explosivos, de su imaginación emergió la sopa de letras comprimida, escribió entre el humo que brotaba tras el fuego, gritando a los cuatro vientos. . .!!!! Viva México!!! !!Viva Tamazunchale!!!.. . . Descanse en Paz Don Francisco “Chato” Zavala, así se expresó en las redes sociales el reconocido cronista deportivo Delfino Matías, quien seguramente convivió de cerca los eventos deportivos con Don Francisco Zavala, mejor conocido como “El Chato” de San Rafael, aquel singular personaje que se significó siempre por su amabilidad y su don de gentes, para todos tenía siempre un saludo, una sonrisa.

Hombre que heredó a sus hijos el arte de la pirotécnia, quienes con un trabajo callado ponen el toque mágico a las distintas celebraciones religiosas, así como a las fiestas patrias del municipio de Tamazunchale y los lugares aledaños.

Fue a la edad de 94 años, víctima de padecimientos crónicos, su familia le brindó todas las atenciones hasta llevarlo a ocupar su última morada.

Ayer en punto de las 4 de la tarde se celebraba la misa en la Iglesia de San Juan Bautista, la iglesia del centro de Tamazunchale , a donde se dieron cita familiares y amigos, entre estos últimos se pudo constatar que para “El Chato Zavala” no había distinción de clases sociales, tanto en la Iglesia como en el panteón de Loma Bonita, hasta donde acudimos a acompañar, lo mismo pudimos ver a reconocidos empresarios, profesionistas, funcionarios municipales y hasta el más humilde ciudadano llevando ramos de flores, velas, alguna ofrenda floral, o simplemente quienes con su sola presencia acompañaban con música y mariachis, pero sobre todo cohetes que se disparaban hacia el firmamento, haciendo brillar en plena tarde un verdadero espectáculo que invitaba a reflexionar sobre la labor de este gran hombre.

Al comentar, con quienes tenían a su cargo despedir a Francisco “El Chato” Zavala, como seguramente a él le hubiera gustado disfrutar, con cohetes multicolores y las llamadas “bombas japonesas”, todavía con un rostro entristecido pero haciendo su labor, expresaban palabras más palabras menos, . . . “y cómo no vamos a tronar cohetes , si ya se nos fue el Rey de la Pirotecnia”.

Finalmente sus restos fueron colocados en el lugar preparado exprofeso, pero dejando para siempre un legado de trabajo y honestidad, pero sobre todo de fortaleza, misma que quedó demostrada por todos los integrantes de la Familia Zavala ahí presentes.

¡Descanse en Paz Papá Chato. . . esto no es un adiós, sino un hasta luego!

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