Los abrazos los dan a los sicarios y los balazos a los civiles de bien, dijo el vocero del arzobispado, Juan Jesús Priego Rivera, con referencia al asesinato del presidente local de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Julio César Galindo Pérez.
“No me interesa por qué lo mataron, me interesa que el que cometió el crimen caiga a la cárcel, y que en el proceso se garantice la reparación integral del daño”, precisó el vocero.
Consideró urgente que además de garantizar el castigo a los sicarios, es obligación del estado generar las condiciones para que los delincuentes cumplan con la reparación integral del daño.
Explicó que la reparación es indispensable, porque en la muerte de una persona, es obvio que se queda familia en el desamparo, y si el estado no puede contra la inseguridad, tiene que hacerse responsable de las víctimas y también de los ofendidos.
Priego Rivera señaló que se debe trabajar en una estrategia que ayude a inhibir las actividades delincuenciales y garantizar la seguridad de la población, así como castigar a los responsables.
Ante la ola de violencia que se ha presentado en los últimos días en la capital, el vocero de la arquidiócesis Potosina Jesús Priego consideró necesario “un cambio de actitud hacia la delincuencia, hay mucha tolerancia hacia el delincuente, el delincuente se ampara en sus derechos cuando ya le quitó a otros sus derechos y hasta la vida”.
Señaló que se debe trabajar en una estrategia que ayude a inhibir las actividades delincuenciales y garantizar la seguridad de la población, así como castigar a los responsables.
“Pocas veces el ciudadano que denuncia no se ve satisfecha porque no recupera lo que le robaron y no es resarcido el daño, y eso requiere de la procuración de tal manera que no se vean defraudados en la búsqueda de la justicia”.
Reiteró que es urgente que las corporaciones policiacas refuercen sus estrategias de trabajo, y los ministerios públicos “que no inhiban con el exceso de burocracia la denuncia del delito”.
Por último lamentó que se mantenga a la alza la incidencia delictiva, reiterando la importancia del trabajo de las autoridades en esta materia.