La organización Artículo 19 lanzó la alerta y pidió a las autoridades protección para el director editorial general de Reforma, Juan E. Pardinas, debido a que el periodista recibió amenazas de muerte, ha sido víctima de hostigamiento y desacreditación en las redes sociales. En contexto del ir y venir de las declaraciones de AMLO sobre la labor periodística de Reforma, este viernes 26 de abril el nombre de Carmen Aristegui se colocó en las tendencias de Twitter. ¿La razón? En su columna, escrita precisamente para este diario, Carmen Aristegui analizó los alcances de las declaraciones de AMLO sobre la prensa fifí y la incidencia de sus palabras.
Como sabemos, México enfrenta un grave problema con respecto a la seguridad de los periodistas, reporteros, redactores y comunicadores. En los sexenios de Felipe Calderón y EPN se registraron asesinatos y agresiones contra los periodistas por el ejercicio de su labor. Y en ante este escenario, las palabras de López Obrador tienen un fuerte poder. De acuerdo con Carmen Aristegui, AMLO “no se puede poner de a tú por tú como si fuera un simple ciudadano. No lo es. Su figura representa no solo a uno de los poderes de la República, sino que en un régimen como el nuestro, representa al propio Estado Mexicano”.
En su columna, la periodista pone énfasis en la necesidad de la libertad de expresión, por parte de los medios de comunicación, en una democracia como la mexicana. De acuerdo con Aristegui, el hecho de que Reforma u otro medio de comunicación cuestionen al presidente es normal y hasta “saludable”. Y que el presidente responda —si así lo amerita— también es normal. Sin embargo, no lo es cuando parece ser una estrategia para señalar a alguien de manera continúa y específica, como ha sucedido con este diario.
El análisis de Aristegui nos recuerda también lo que sucede en Estados Unidos y la campaña de Donald Trump contra la prensa independiente —como The New York Times o CNN, medios a los que ha señalado como productores de fake news cuando lanzan una investigación sobre su administración o una que otra columna. ¿Qué tiene que ver con México? AMLO debe ser consciente de que sus palabras influyen en la percepción de la ciudadanía:
“Con toda la distancia del caso, no resulta tan lejano lo que el presidente de México hace con Reforma de lo que su homólogo estadunidense hace con el NYT, es decir, presentarlos como un adversario político, satanizarlos y azuzar a la gente en su contra. No es que Reforma no pueda ser tocado con el pétalo de un reclamo o que no pueda ser sujeto de todas las críticas o reclamos que se quieran. El tema aquí es la procedencia del ataque y la decisión calculada de convertir a Reforma en el oponente o, en el mejor de los casos, en “sparring” del Presidente”.
Las reacciones
En redes sociales se ha comentado la columna de Carmen Aristegui. Algunos usuarios resaltaron “la ausencia” de la periodista en el inicio de la cuarta transformación, aunque este señalamiento también es desproporcionado pues Aristegui continúa con su trabajo periodístico en radio, abordando la coyuntura. Otros han aplaudido la publicación de su texto, calificado como necesario en un análisis que amerita ser llevado a cabo mientras las conferencias mañaneras continúan y la labor periodística no se detiene.