Por Guadalupe Orona Urías
La historia de la humanidad, enmarcada siempre en una lucha de clases (desde el advenimiento del esclavismo), ha sido y sigue siendo la historia de los poderosos contra los débiles; de los que ostentan el cetro de mando contra los que “el destino” ha condenado a obedecer y a padecer los abusos y calamidades infringidos por su posición en la producción de los bienes materiales y en el respectivo reparto de la riqueza generada. Ha sido también la narradora del devenir de los pueblos y sus luchas por su emancipación y testigo de obras y acciones de hombres y mujeres que han dedicado su vida en busca de la libertad de pensamiento y de la justicia social; igualmente testigo de los castigos profesados por tal osadía, como la que llevó a cabo Prometeo cuando robó el fuego a los dioses del Olimpo para darlo a los hombres. Siempre y en todo el mundo atestigua, aún contra diques que se le levantan, cómo el hombre que no se pliega a los designios del poder, que es distinto a ellos por su posición política, filosófica e ideológica es a su vez, víctima de vituperios lanzados desde las alturas del poder; así fue la vida de todos los hombres que buscaron en su momento revolucionar a su país en pro de las mayorías desposeídas, verdaderos productores de la riqueza social: calumniados, perseguidos políticos, obligados al destierro y ostracismo social, encarcelados y en muchos casos asesinados; ejemplos, muchos en la historia.
Los tiempos en este sentido no han cambiado mucho; quizás lo nuevo son las herramientas de las que echan mano para lograr su negro propósito y, la más usada es la pluma vendida, esa que escribe por encargo, para oprobio de la profesión del periodismo. Así desde su nacimiento se ha calumniado al Movimiento Antorchista y a su líder nacional, el Ingeniero Aquiles Córdova Morán y, hoy, en los tiempos “democráticos” de la 4T, las calumnias y amenazas se recrudecen; nada nuevo bajo el sol, acaso que hoy muchas de esas calumnias y amenazas salen de la boca del mismísimo presidente de la república. Antes, aunque también los hilos llevaran a Palacio Nacional o a los Pinos, se cuidaba un poco más la forma, no era tan descarada la ostentación y el abuso de poder.
En días pasados salió a la luz pública una “noticia” dada a conocer por el portal digital EJECENTRAL: “La 4T detecta cuentas por cientos de millones de pesos a dirigentes de Antorcha Campesina, y va por ellos. La Cuarta Transformación detectó cuentas por cientos de millones de pesos de dirigentes de Antorcha Campesina. La organización priista dirigida por el ingeniero Aquiles Córdoba se encuentra bajo la lupa, de acuerdo con Eje Central, luego de que la Unidad de Inteligencia Financiera encontrara las cuentas de cientos de millones de pesos. Cabe recordar que anteriormente el titular de la UIF, Santiago Nieto ya había mencionado que en su propiedad se encontraban gasolineras que aparentemente eran muy irregulares…” Antes de entrar a refutar tales aberraciones, quiero primero decir que mis pesquisas, para saber de qué cosa es eso de EJECENTRAL, me llevaron al renombrado periodista y columnista del diario El Financiero desde hace muchos años, Raymundo Riva Palacio, quien aparece como responsable de dicho diario digital. También al escudriñar un poco más me encontré que dentro de sus principales clientes, o anunciadores o patrocinadores, se encuentran destacados priistas, como los gobernadores de Hidalgo y del Estado de México. Después de este “notición” a modo de la 4ª.T, sus seguidores han hecho suya la declaración de este medio dizque de información, sin ponerle siquiera un poco de sentido común y sentido crítico, y se han abalanzado con todo contra la figura política de un hombre a quien, en buena lid, deberían al menos respetar y admirar.
Las acusaciones del diario digital son verdaderos absurdos, en primer lugar, porque ni Antorcha ni sus líderes tienen cuentas millonarias en ningún lugar, en ningún banco, simplemente porque las utilidades que nos arrojan nuestros modestos negocios apenas y nos medio alcanzan para ir sufragando los gastos del activismo y de la lucha en pro de todo el trabajo de organización y educación de miles de pueblos y colonias; pero, además, nótese que el acusador no dice en qué bancos “tenemos” esos miles de millones ni a nombre de quiénes están, es decir, como suelen hacer los espoliques del poder sólo sueltan la calumnia y la acusación sin sustento alguno; obviamente calumnia estudiada por los inquisidores en turno para dar pie a toda una ola de mayores injurias “exigiendo” investigación y hasta cárcel para el Maestro Aquiles Córdova Morán. En segundo lugar, Santiago Niego, antes de ocupar el puesto de inquisidor de la Unidad de Inteligencia Financiera, ya había dado cuenta, por escrito, en su libro Filias y fobias, de los prejuicios contra Antorcha y sus líderes; también ya había lanzado acusaciones sin demostrar absolutamente nada (y jamás podrá demostrar nada porque sencillamente son mentiras). En tercer lugar (lo hemos dicho una y otra vez, pero todos los acusadores se hacen como el tío Lolo): los negocios de Antorcha son completamente legales, levantados todos con el esfuerzo y trabajo colectivo y honrado de sus activistas, y desgraciadamente no son ni por mucho los que se necesitan para sostener un movimiento monumental como el de Antorcha.
Al ingeniero Aquiles Córdova sólo se le puede acusar de su gran sueño emancipador, de querer liberar de sus cadenas al trabajador, de la insalubridad e ignorancia a millones de mexicanos, de querer lograr que todos vivamos en un mundo más humano, más justo y sin hambre. Aquiles Córdova es por su inteligencia natural y por su esfuerzo el hombre que más conocimientos ha acumulado, es un sabio, conocedor de la naturaleza humana, de filosofía, de historia y economía; es un pensador dialéctico y es, ni mas ni menos, que el creador de lo que hoy es la Universidad Autónoma Chapingo; es y ha sido toda su vida un consecuente luchador social, fundador de la organización popular más grande, importante y mejor estructurada de México hasta el día de hoy, y que a sus 78 años trabaja con la misma entrega y con las energías de un joven por la educación y organización del pueblo pobre. Aquiles Córdova Morán es un hombre probo y auténtico líder popular. Así que los inquisidores con aires e inclinaciones de dictadores, deben saber que a este gran hombre lo conocemos, queremos y respetamos millones de mexicanos, los mismos que acudiremos si “del clarín escuchan el sonido”.