En este año extraordinario que hemos cerrado, sucedieron muchas cosas trascendentales que nos han cambiado para el resto de nuestras vidas.
No considero necesario exponerlas. Entre tantos memes y vídeos que circularon por las redes, ha quedado más que claro, cuánto ha cambiado y sigue cambiando el mundo que conocemos.
Han sido creadas y cantadas, toda una serie de bellísimas melodías que hoy son representativas de los momentos que aún estamos viviendo, pero que un día serán Clásicos históricos musicales, de una época que otras generaciones solo conocerán de oídas.
Entre nuestros seres amados, unos se fueron, algunos llegaron, y otros más, resistieron y siguen aquí. Y con estas idas y venidas, nuestros amores se transformaron.
Evolucionamos.
Nos dimos cuenta quienes son amigos, quienes son amores, quienes hicieron todo lo posible por mostrarnos su cariño, y quienes simplemente, nos borraron de sus vidas. Y también, hicimos un nuevo recuento del amor de repartimos y compartimos.
Cambió, sobre todo, la imagen de nuestros héroes, pues pasaron de tener capa ondeante y colores, a ser los que se visten con tres películas de telas desechables, guantes y mascarilla.
Los que defienden la alimentación, saludable, las altas vibraciones y el Amor, como poderosa medicina complementaria.
Nuestro agradecimiento se volvió más inmediato. Se convirtió en impulso cotidiano, ya que cada día vivido ahora es un regalo hermoso que apreciamos grande y profundamente.
En medio de tantos cuidados, pocos fueron los elegidos para celebrar el comienzo de este nuevecito 2021 pletórico de promesas, de ilusiones.
Y esos pocos, a mi me dieron tanto, que parecieron multiplicarse. Con ellos, convertimos la pequeña reunión en fiesta y la cena en un banquete.
Tuvimos razones más que suficientes para poner el mantel largo y los mejores cubiertos. La ropa más linda. La sonrisa más grande.
Cada día ultimo y los primeros del nuevo año, los hemos vivido como únicos, especiales, como homenajes de celebración de vida que bien merecen el estrenar algo, el sonreír mucho y tomar fotos al por mayor.
Este cierre de año, me ha gustado tanto, que siento se convertirá en una hermosa tradición…
Amigos, a todos los que no he visto, a aquellos a quienes aún no he hablado o escrito, les envío un abrazo de luz.
Con amor y ya en modo 2021,
Marissa Llergo.