LA SEDE DEL PODER EJECUTIVO FUE “PROTEGIDA” DE QUIENES ACUDAN A LA PRÓXIMA MARCHA DEL 8 DE MARZO “DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER”
Ciudad de México.- Por primera vez en su centenaria historia, Palacio Nacional -sede del Ejecutivo y residencia oficial del presidente Andrés Manuel López Obrador- amaneció cercada por una muralla de hierro de más de dos metros de altura que hacen al inmueble prácticamente impenetrable.
El enorme muro genera descontento, críticas y señalamientos entre los citadinos y visitantes de ese punto, considerado el corazón de México.
En las redes, los usuarios se dividen entre quienes arremeten contra el protocolo de seguridad diseñado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México —con el fin de proteger el histórico inmueble de quienes acudan a la marcha de mujeres del próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, ahora alentadas con la exigencia de “Romper el pacto patriarcal”—; otros justifican la acción.
“Ningún presidente había temido tanto a las mujeres mexicanas y la reivindicación de nuestros derechos humanos. Las mujeres somos el pueblo bueno, ¿a qué le teme Presidente?”, escribió en su cuenta de Twitter la periodista Lydia Cacho.
La jurista y especialista en temas de discriminación contra las mujeres, Patricia Olamendi, también cuestionó: “¿Tanto miedo nos tienen?”.
Mientras que la académica y politóloga Denise Dresser criticó: “Ojalá las mujeres de México estuvieran tan protegidas y cuidadas como el hombre que vive en Palacio Nacional”.
El Colectivo Nacional Feminista (Conafem) suscribió: “El muro de la vergüenza y del miedo a las mujeres sin miedo”.
La enorme muralla trae a la memoria otras ocasiones en los dos sexenios anteriores, cuando Palacio Nacional era cercado para impedir la protesta. Ocurrió en la era de Enrique Peña Nieto (PRI) y de Felipe Calderón Hinojosa (PAN): el edificio era un bunker blindado por fuera con vallas y elementos del extinto Estado Mayor Presidencial (EMP).
Pero ahora hay diferencias de estilo, pues se utilizan vallas elaboradas a partir de una sola lámina de acero de gran grosor que han sido punteadas con soldadura de amplio espectro para impedir que las manifestantes lleguen a sus muros y sean pintarrajeados con consignas
Las piezas de acero van desde la calle de Moneda, toda la fachada del histórico inmueble donde vivió el expresidente Benito Juárez García, hasta la calle de Corregidora. Por si esa muralla no fuera suficiente, detrás de ella se dispuso un segundo cerco con dos filas de vallas metálicas, pero éstas de un metro de altura.
Con información de El Universal.