◾LAS NUEVAS GENERACIONES RESCATAN ESTA TRADICIÓN DE MÁS DE 70 AÑOS Y QUE DESDE HACE 16 AÑOS NO SE LLEVABA A CABO.
◾RESURGE EL CARNAVAL DEL BARRIO ENSENADA EN LA LOCALIDAD DE CHALCO, AXTLA DE TERRAZAS S.L.P.
Por: Félix Hernández Morales.
El carnaval en la Huasteca es cosa seria, algunas personas comentan “eso es cosa del diablo”, pero si nos remontamos a los orígenes de nuestros ancestros, tal vez tengan razón, o tal vez no, depende del punto de vista que se le dé a la cosmovisión indígena y a la concepción del inframundo, “Tlacatecólotl” era considerado un señor que “exige” a la gente que se divierta. Por eso, durante los días de carnaval, en esta parte de las huastecas, las cuadrillas de mecos se lanzan a danzar por las calles de los pueblos.
Así enseñan los adultos a los niños, a las nuevas generaciones que tienen la responsabilidad de continuar con las tradiciones y las enseñanzas de sus ancestros.
Por eso se oye música y se bebe, se come y se da rienda suelta a los sentidos.
El diablo o demonio no es aquí un ente maligno, sino una dualidad, en la mejor tradición indígena, exenta de la separación judeocristiana entre el bien y el mal: es, al mismo tiempo, señor del día y de la noche, bueno y malo, que cura y embruja, que propicia maíz, si se le sabe inducir hacia la fertilidad agrícola.
En las Huastecas, el carnaval se dedica a Tlacatecólotl, “el señor ese que en estos días camina entre nosotros” para exigir “exceso de diversión”, según cuentan los lugareños.
Después de 16 años de ausencia se llevó a cabo el Carnaval en el barrio de Ensenada, de la localidad de Chalco, en el municipio de Axtla de Terrazas, S.L.P., una tradición de más de 70 años de antigüedad, donde desde muy temprano “Don Ignacio”, el capitán de los pintos junto con los integrantes del comité organizador, alistan el barro recolectado del arroyo, que en conjunto con otros ingredientes dan la mezcla perfecta que cubrirán la cara y el cuerpo de quienes por tradición se hacen llamar los pintos.
Los niños y jóvenes de la comunidad observan y participan de esta fiesta, aprenden sus tradiciones con el ejemplo de los mayores.
El nanahuatilis, nombre nahua del carnaval, se lleva a cabo los tres días antes del inicio de la Cuaresma “para contentarlo”, comentan los integrantes de la cuadrilla perteneciente al barrio Ensenada de la localidad de Chalco en el Municipio de Axtla de Terrazas, S.L.P.
Esta divinidad, según el comentario de Médicos Tradicionales de la región, se presenta en los sueños de quienes aspiran a dirigir el carnaval y se le tienen que realizar diferentes ceremonias para que acepte los ofrecimientos: papel picado, sangre de aves, guisos de gallina, bebidas, flores y música, señalan en referencia a Tlacatecólotl, señor del bien y del mal.
El resoplido de los cuernos emiten el llamado a las personas de la localidad para la congregación, es día de juegos, danza, convivencia y música de sones huastecos, con orgullo el capitán muestra la bandera que incita a comenzar, con las danzas, pero antes no se olvida el ritual del tlatsikuini, que con aguardiente ofrecen y se brinda con la madre tierra.
El domingo antes del miércoles de ceniza, las mujeres se levantan a las cuatro de la madrugada para comenzar la preparación comunitaria de 15 zacahuiles y xojoles, tamales de gran tamaño de chile y carne los primeros, y de piloncillo, los segundos.
El lunes por la mañana se ofrenda el manjar con velas y copal a los familiares fallecidos.
Los zacahuiles se comparten con los visitantes y con los mecos, después de que recorrieron la comunidad con danzas, teatralizaciones y música. En las casas les dan dinero, maíz, aguardiente y refrescos.
En las algunas comunidades los danzantes aún se decoran el cuerpo con pintura tradicional. En otras usan tepetate (tierra de río) para el color gris, tierra colorada para el rojo, carbón con agua para el negro y corteza de árbol de pemuche con aguardiente para el amarillo.
El Barrio de Ensenada en la localidad de Chalco, del municipio de Axtla de Terrazas, S.L.P., es una de las pocas comunidades donde el festejo en grande se lleva a cabo el Miércoles de Ceniza.
Desde temprano los adultos salen a pintar cruces de cal en los árboles que rodean sus propiedades.
Los hombres y las autoridades se dan cita por la mañana a la orilla del río para pintarse rostros y cuerpos. Cerca del mediodía se enfilan a la plaza principal para ejecutar danzas de enfrentamientos, en medio de gritos y el ruido del cuerno y la tambora.
Las danzas continúan hasta la tarde, cuando acuden a la casa de las autoridades, donde se ofrece comida y bebida. Así, una vez más, la exigencia de Tlacatecólotl se ha cumplido.
En el barrio Ensenada de Chalco, el Capitán ” Don Ignacio” y el Comité Organizador, han hecho lo propio, invitando a las nuevas generaciones de la comunidad, para rescatar esta tradición de más de 70 años y que desde hace 16 años no se llevaba a cabo.