El maestro tejedor Héctor Tamayo y su aprendiz, David López, comenzaron a fabricar en su taller estos especiales cubrebocas para que incluso en la contingencia puedas mostrar tu amor por Saltillo.
Las medidas sanitarias para evitar el contagio de COVID-19 nos van a acompañar durante un buen tiempo, por lo que muchas personas han comenzado a buscar medidas ecológicas para evitar el uso constante de cubrebocas desechables.
Las opciones de tela —acondicionados con un filtro adecuado— parecen ser la solución a este problema, al ser lavables y reutilizables, y ya hemos visto muchas iniciativas con diseños personalizados por en Saltillo un par de maestros tejedores de sarapes decidieron plasmar esta tradición centenaria en ellos.
Héctor Tamayo y su aprendiz, David López, comenzaron a hacer cubrebocas en sus telares y poco a poco han ganado mayor relevancia y pedidos.
Con estos cubrebocas podrás protegerte y llevar un poco de la tradición de Saltillo cuando tengas que salir.
“Hice un (cubrebocas) chiquito, de lana, para publicidad, pero la idea es que sean de acrilán para que sean lavables”, comentó Tamayo, quien explicó además que el acrilán es un material sintético, con una calidad que otorga colores muy vivos y es más cómodo de usar sobre el rostro que la lana normal.
Fue a principios de la contingencia en México que él decidió hacer un cubrebocas para su uso personal, el cual utilizó en publicidad en su página de Facebook Sarapes Originales de Saltillo para promocionar sus sarapes, pero fue el cubrebocas el que más llamó la atención.
Cuando vio que el interés por adquirir una de estas piezas seguía en aumento comentó con su colega y aprendiz, David López, la posibilidad de comenzar a venderlos y dado que el joven se dedica más a la factura de piezas pequeñas —mientras que Tamayo hace encargos grandes— fue él quien adoptó la responsabilidad de hacer estos pedidos.
El tejedor recalcó la calidad de estos cubrebocas, los cuales son unitalla y están vendiendo por 70 pesos, pues son, además de piezas únicas y originales —con la posibilidad de elegir los colores—, hechos individualmente en el telar y sellados, para evitar que se deshilachen, a diferencia de otros ejemplos que ha encontrado en el mercado que son recortes de una manta más grande.
“Es acrilán de primera y tiene colores mucho más vivos, porque también hay de segunda y de tercera”, expresó Tamayo, quien además es experto en teñir en la lana y el único que lo hace en Saltillo, “hay otros que le llaman regenerados, que es toda la basura, que vuelven a utilizar, por eso está muy barato. Por eso sabe la gente que si compra uno de estos cubrebocas tiene durabilidad y calidad”.
El maestro tejedor hizo extensiva la invitación a apoyar las artesanías locales y adquirir una pieza original hecha en telar. Puedes encontrarlos en la Escuela El Sarape de Saltillo (Hidalgo 305), aunque actualmente está cerrada por la contingencia, así como en Facebook en la página Sarapes Originales de Saltillo, donde puedes hacer tu pedido de cubrebocas.
La tradición del color
Tamayo es de los últimos tejedores de Saltillo que conocen el método tradicional para teñir la lana, conocimiento que está pasando a su aprendiz David, situación de la cual se siente orgulloso, aunque reconoce que le gustaría compartirla con más alumnos en una escuela propia, proyecto que espera algún día poder llevar a cabo.
Mientras tanto, desde su taller en la colonia Bellavista, el artesano, quien también es aficionado al box y ha sido practicante de diversas artes marciales, está trabajando en un nuevo pedido para “El Canelo” Álvarez, otro sarape que se sumará a los trabajos que ya ha hecho al boxeador mexicano, así como a otras figuras públicas, por ejemplo, el alcalde de Saltillo, Manolo Jiménez.