INCERTIDUMBRE Y CAOS EN EL PAÍS.
Los actos de narcoterror ocurridos en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California podrían ser la respuesta del crimen organizado a un viraje de la política de seguridad nacional que, en los hechos, cambiaría los “abrazos, no balazos” por acciones más contundentes contra el crimen organizado, consideran expertos en seguridad.
Los especialistas opinan que este viraje en el modelo de combate al crimen obedecería a presiones de Estados Unidos.
Con los ataques a la población civil, vehículos particulares y distintos negocios ocurridos esta semana en diferentes estados del país, el crimen organizado manda el mensaje al gobierno federal de que no está dispuesto a someterse.
“El mensaje es de poder, también de causar miedo a la población, para que el gobierno no haga nada contra ellos porque reaccionan como lo hemos visto”, señala Raúl Benítez Manaut, experto en temas de seguridad y Fuerzas Armadas Terror en BC
Mientras José manejaba la Unidad 20 de la empresa Azul y Blanco, cuatro personas armadas (tres hombres y una mujer) frenaron su paso y uno de ellos les ordenó bajar.
“Dijeron que nada más iban a quemar las unidades, no era asalto, que no iban a lastimar a ninguna persona”. Luego rociaron gasolina, y al igual que a otros 27 vehículos en el estado, le prendieron fuego.
La gobernadora Marina del Pilar Ávila anunció desde el Cuartel Militar Morelos, en Tijuana, la detención de algunos de los responsables, mientras que, a través de un comunicado, el gobierno federal detalló que se trata de 17 personas arrestadas, tres de ellas ligadas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Los hechos violentos continuaron en la entidad hasta casi la medianoche, sin que se reportara alguna persona lesionada. Representantes de empresas de transporte anunciaban la suspensión del servicio y los negocios cerraron puertas antes del horario normal.
Index Tijuana reportó que 50% de las maquiladoras no abrieron este sábado, mientras que la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) también informó que fueron canceladas operaciones, por el riesgo de ser objeto de más ataques.
Este sábado, 350 elementos federales, 300 de las Fuerzas Especiales del Ejército y 50 de la Guardia Nacional aterrizaron en el aeropuerto de Tijuana para integrarse a las tareas de seguridad y retomar el control de los municipios afectados por los hechos violentos del viernes.
