Un centenar de personas pasaron la noche del lunes al martes en el exterior de la clínica “Carlos Diez Gutiérrez” del ISSSTE en San Luis Potosí, para recibir una dosis de un tratamiento para la osteoporosis, el cáncer óseo y la pérdida de hueso derivada de otros problemas de salud.
Pese a la espera, sólo veinte pacientes alcanzaron dosis de Denosumab o Prolia, un anticuerpo que se aplica a personas con riesgo de fracturas por osteoporosis severa, mieloma múltiple, cáncer de huesos y otras enfermedades que derivan en daños al tejido óseo. Los que no alcanzaron deberán esperar a un siguiente llamado. Cada dosis de Denosumab cuesta alrededor de nueve mil pesos.
En el exterior del hospital, los médicos colocaron una manta en la que informan que están trabajando “bajo protesta por las inadecuadas instalaciones y la escasez de material y equipo que pone en riesgo a nuestros pacientes”.
Los pacientes de cáncer óseo o mieloma señalan que sus médicos son los primeros en desacuerdo con la situación por la que deben pasar, en sus condiciones físicas, para recibir las dosis, pero nada pueden hacer frente al desabasto crónico.
Con información de Martín Rodríguez / PULSO.