Por Ángel Castillo Torres.
La selección de candidatos a la gubernatura está poniendo a prueba el oficio político de los dirigentes partidistas. Conducir dentro de los cauces institucionales y normativos la elección de los aspirantes es una tarea ingrata y complicada. Los directivos tienen que hacer acopio de fortaleza, madurez y flexibilidad. Por lo visto hasta ahora en el PAN y en el PRI están convencidos de que más vale encausar que resistir. Esto ha hecho posible que por el momento no se salga de cauce la legítima aspiración de los precandidatos.
En Morena la realidad es otra. Navegan a la deriva. La ambición desmedida de algunos y los afanes guerreros de otros están generando episodios de violencia verbal que confirman que en el partido no hay liderazgo. Es un partido donde impera el dejar ser y dejar pasar (laissez faire, laissez passer). En cuanto al Partido Verde, transita por amplias avenidas y a paso de marcha. Prácticamente ya tienen candidato, que ya anda en lo suyo: sumar y multiplicar.
Los dolores del parto en el PAN
Con algunos apuros, en el Partido Acción Nacional se avanza en el nombramiento del candidato o candidata a la gubernatura. El método de selección ya está definido, será a través de una encuesta a sus 7 mil 600 militantes. Son siete los aspirantes y hasta ahora todos se mantienen sentados en la mesa de acuerdos a la que ha convocado el dirigente estatal Juan Francisco Aguilar Hernández. En las negociaciones entre directivos y precandidatos sólo ha habido una discrepancia producida por la propuesta de depurar la lista de competidores a solo tres. Con el argumento de que en la encuesta definitiva sólo deben aparecer “los más competitivos” se produjo la divergencia.
El senador con licencia Marco Antonio Gama la rechazó. En respuesta y sabedor de que lo que se endurece se quiebra fácil, el dirigente estatal actuó con sensatez y retiró su iniciativa para no ocasionar una ruptura con uno de los más relevantes precandidatos. Salvado el obstáculo, el proceso sigue y se mantiene el acuerdo de que todos los que soliciten serán aceptados siempre y cuando cumplan con los requisitos de la convocatoria que al parecer se publicará a finales de noviembre.
Morena falta arbitraje político
En el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador lo demonios andan sueltos. Los aspirantes a la candidatura andan como burro sin mecate. Desbocados, cada uno actúa a su leal saber y entender. No hay arbitraje político. Se vive una guerra de todos contra todos. El dirigente estatal, Sergio Serrano está de adorno, es un florero. Sus compañeros de partido coinciden en que es un fantasma. Veamos. El diputado morenista Edson Quintanar denuncia que: “la dirigencia estatal no ha hecho absolutamente nada, el trabajo de Serrano ha sido nulo, es un dirigente fantasma”. Por su parte Gabino Morales, el súper delegado, afirma que prácticamente no ve dirigencia en el estado, “pues no existe”. Por su parte y arrojando más gasolina al fuego, el diputado federal huasteco, Ricardo del Sol alza la mano, quiere ser gobernador y no se anda con medias tintas. Fiel al espíritu caníbal que domina la naturaleza más profunda de los guerreros de la 4T, afirma que su proyecto es serio, a diferencia de los que enarbolan otros a quienes llama “arribistas y adelantados”.
Vemos otros dos testimonios que han quedado registrados en los medios de comunicación. Toño Lorca, otro de los aspirantes de Morena, muy solemne e inflando, con su ancho pecho anuncia que en los próximos días presentará una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales en contra de Leonel Serrato (otro aspirante) por supuestamente utilizar los recursos y padrones de beneficiarios de los Programas Federales del Bienestar en actos anticipados de precampaña.
En la misma línea de argumentación y a través de una denuncia ante el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (el Ceepac) la militante de Morena, Verónica Díaz de León Cabriales, denunció que “los militantes de Morena consideramos que Leonel Serrato no está jugando en piso parejo, ya que es violatorio de la Ley electoral y de los estatutos del partido que utilice de manera alevosa la plataforma de los programas de la dependencia para hacer precampaña”. Mucha politiquería, diría el clásico.
En el PRI, Elías Pecina toca por nota
Sin hacer ruido pero con un alto grado de eficacia el presidente del PRI, Elías Pecina, conduce con habilidad el proceso de selección del candidato (a) a la gubernatura. Ha presentado a la opinión pública a los probables precandidatos. Joel Ramírez Díaz, Secretario de Educación, la diputada federal, Sara Rocha, el secretario de Desarrollo Económico, Gustavo Puente Orozco, Luis Mahbub, ex candidato a la senaduría en 2018. Enrique Galindo, ex funcionario federal, Mónica Rangel, secretaria de Salud, la directora del sistema Cobach, Marianela Villanueva y a Martín Juárez Córdova, diputado local.
En el PRI todo indica que no habrá turbulencias para elegir al candidato (a). Unidad, disciplina, inclusión y un ánimo renovado luego de las victorias obtenidas en Hidalgo y Coahuila son los motores que impulsan al tricolor. Así avanza la gestación de los candidatos a la gubernatura. En enero el proceso electoral parirá a los elegidos.