VOLCÁN COMPLICA LA VIDA DE VECINOS.
La preocupación sobre el estado del volcán Popocatépetl cambia según la dirección en la que sople el viento, que es el que mueve sus cenizas.
Mientras al este de la montaña los residentes barrían las calles y usaban cubrebocas, aquí, al oeste, veían sin inmutarse cómo salían gases y cenizas del cráter.
“El Popo” ha tenido emanaciones durante varios días, bañando pueblos y cultivos de Puebla con una fina capa de cenizas.
Aún hay cenizas sobre el toldo que protege a sus flores. Cayeron durante el fin de semana pasado, cuando tuvo el viento en contra y esta ciudad de unos 50,000 habitantes sintió los temblores que provoca el volcán. Pero mientras la ceniza siga siendo poca, ella cree que ayudará a sus plantas.
Los vientos han arrastrado una enorme columna de cenizas sobre los estados de Puebla y Veracruz, y eventualmente sobre la Bahía de Campeche y más allá.
Juana Hernández, habitante de Santiago Xalinzintla, compartió la tristeza que la embarga, debido a que la actividad del volcán le ha provocado miedo y que pierda su actividad económica, debido a que la ceniza no los ha dejado realizar sus actividades diarias.
“Nos da miedo, no solo a nosotros sino a toda la comunidad de Santiago Xalinzintla, sí nos espanta (el volcán) por los ruidos que emite, antes no se escuchaba nada y ahora sí, se escucha como hierve, tiembla, la gente está alarmada”, relató la mujer.
Unos 60 militares en distintas brigadas trabajaron este martes para remover una densa capa de ceniza volcánica que el Popocatépetl ha dejado caer en los últimos días en las calles de la comunidad de Santiago Xalinzintla, en el municipio de San Nicolás de los Ranchos, el más cercano al activo coloso, a tan solo 12 kilómetros.
También revisaron las rutas de evacuación, retirando todo aquel objeto que pudiera obstruir el paso vehicular, ya que se busca tener limpias las calles y carreteras ante una posible evacuación.