La semana pasada, el diputado de Nueva Alianza, Ángel García, se quiso ver propositivo al sugerir que los profesionistas deberían de renovar sus cédulas profesionales cada seis años. ¿Cómo para qué? Ah, pues porque a consideración del legislador, “la sociedad requiere profesionistas capacitados y especializados que brinden bienestar y satisfacción”… pequeño detalle, al del Panal ya anda proponiendo, cuando él ni siquiera cuenta con una licenciatura. Sus estudios nomás alcanzan hasta el bachillerato.
Como lo anterior nomás vino a recordarnos que hay legisladores que ganan hasta 148 mil pesos al mes, sin siquiera haber llegado a la secundaria (cof, Carmen Salinas, cof), en redes se ha difundido una propuesta para que los encargados de creación y modificación de las leyes bajo las cuales nos regimos, mínimo sepan más allá de “ler” y escribir. Aunque sea, señala la petición en change.org, deberían contar con licenciatura. “Esta petición pretende que se reforme la Carta Magna para que el grado de licenciatura sea obligatorio para diputados, senadores y otros altos cargos públicos”, señala la petición dirigida al Congreso de la Unión, el Poder Ejecutivo y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
De acuerdo con el artículo 55 constitucional, para llegar a ser diputado únicamente se necesita Para ser diputado se requiere: ser ciudadano mexicano, por nacimiento, en el ejercicio de sus derechos. Tener veintiún años cumplidos el día de la elección y ser originario de la entidad federativa en que se haga la elección o vecino de esta con residencia efectiva de más de seis meses anteriores a la fecha de ella… Y ya. Nada que ver con los conocimientos que deben poseer y, mucho menos, que su honestidad sea probada. Si acaso se menciona que no deben estar en activo en el Ejército, ni tener cargo como funcionario público, ministro de cultos religiosos y punto.
Hay que señalar que esta propuesta no sólo se ha hecho en redes sociales. Desde marzo, la senadora del PAN, Sonia Rocha, presentó una iniciativa de ley para que sea obligatorio que los legisladores tengan – mínimo – la educación superior para acceder al cargo. Pese a que los senadores y diputados se rasgan las vestiduras diciendo que se debe exigir funcionarios mejor preparados, la iniciativa de la panista sigue pendiente de dictamen… y seguirá así, si es que la mayoría piensa como el ya mencionado Ángel Yañez, quien pese a las burlas recibidas por no rebuznar, nomás porque no se sabe el tono, asegura que, para desempeñarse como diputado, no le ha hecho falta una licenciatura… es más, pese a sus pocos estudios, ha conseguido varios cargos públicos (lo cual dice mucho del electorado): “Yo tengo derecho también, conforme a la ley, de poder aspirar a un cargo, no necesito la licenciatura. Yo gracias a Dios, con los estudios que tengo, me ha sido suficiente de ser presidente municipal de mi pueblo, Zacualpan de Amilpas, Morelos, diputado local por Yecapixtla, Morelos y soy el primer diputado de Nueva Alianza que gana de mayoría”.
Es más, ni sabe por qué tanto argüende por una ocurrencia legislativa que hizo. Como ésa, seguro ha tenido varias, lo cual no quiere decir que estas sean aprobadas. De hecho, quizás porque sus compañeros lo ven muy güey o porque y saben que le gusta proponer a lo bestia, de “20 o 30 iniciativas” que ha hecho en dos años y sólo le han aprobado dos… y así cobra. Maravilla de sistema.
