La narcolepsia es un trastorno neurológico crónico, y poco frecuente, provocado por la incapacidad cerebral de regular normalmente los ciclos de sueño y despertar. Esta rara enfermedad suele aparecer en adolescentes o adultos jóvenes, pero es más frecuente en mujeres que en hombres y genera que las personas tengan más cansancio de lo normal, tanto de noche como de día.
De acuerdo con Marisa Pedemonte, médica y doctora en neurociencias, especializada en investigación y clínica del sueño, las personas que sufren narcolepsia “están haciendo sus actividades habituales y, súbitamente, se quedan dormidos. Esto les dura unos 15 o 20 minutos y, cuando se despiertan, están más aliviados porque dormir les sirvió para despejarse”.
Identifica síntomas de la narcolepsia
“Minisiestas”
El principal síntoma de la narcolepsia son los ataques repentinos de sueño que provocan que las personas duerman “minisiestas” en cualquier parte por unos segundos o minutos.
Cataplexia
El segundo más frecuente de las personas que padecen narcolepsia es la cataplexia, o pérdida de tono muscular que hace que las personas se “caigan al suelo”, por lo que se confunde con epilepsia o desmayo, aunque el paciente está consciente.
Parálisis del sueño
Otros síntomas menos frecuentes son la parálisis del sueño (estar despierto, pero no poder moverse) y las alucinaciones.
Al dormirse o al despertar pueden tener imágenes que los desorientan, sombras que confunden con animales. Estas alucinaciones son distintas a las que se dan en las enfermedades psiquiátricas en las que el paciente las vive como reales. La persona que padece narcolepsia se da cuenta de que no es así”, agregó la especialista.
Narcolepsia: enfermedad que no se cura
La narcolepsia, al ser una enfermedad rara, una persona puede tardar hasta 10 años en ser diagnosticada. Una vez identificada, su tratamiento es muy efectivo, aunque no se cura.
Tiene altibajos, por supuesto, el estrés empeora los síntomas. Por eso el tratamiento es integral e incluye tener una vida balanceada, ir a terapia, y medicamentos como estimulantes —para vencer la somnolencia diurna— y antidepresivos para los que sufren cataplexia”, concluyó Pedemonte.