Qué buen regalo le va a dejar la administración de Miguel Ángel Yunes a Cuitláhuac García: un fiscal a modo para que no se destapen sus transas (si es que las cometió) anticorrupción cuya carta de presentación es haber sido colaborador de Javier Duarte. Bueno, el de Morena debe agradecer sobre todo a los legisladores del PAN, quienes se encargaron de imponer al susodicho.
Con ayuda de perredistas y uno que otro priista, los diputados del PAN consiguieron imponer a Marcos Evén Torres Zamudio como fiscal anticorrupción de Veracruz. ¿A quién? Bueno, el nombre no suena mucho, pero – como dicen los clásicos – “por sus obras lo conoceréis”: anduvo metido en la organización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe realizados en 2014, bajo la administración del célebre Javidú. Es decir, posiblemente formó parte de la malversación de 800 millones de pesos que, según la Auditoría Superior de la Federación, se perpetró bajo el cobijo de los dineros movidos para la justa deportiva… Cómo olvidar la rechifla que le metieron en la inauguración:
Pese a lo anterior, con 27 votos a favor (de los 50 diputados del Congreso local) Torres Zamudio consiguió ser nombrado fiscal anticorrupción. Casi de inmediato rindió protesta para el cargo, en medio de rechiflas y gritos… ya después tuvo que salir corriendo, protegido por sus guaruras, para evitar los golpes de simpatizantes de Morena, según reporta Proceso.
Además de acusar que la terna propuesta para ocupar el cargo de fiscal anticorrupción estaba compuesta por gente cercana al gobernador saliente, la bancada de Morena también recurrió al alegato de “inequidad de género”; sin embargo, ningún argumento valió y luego de seis horas de estira y afloja (y tras varios intentos de votación), por fin se le dejó la chamba a Torres Zamudio.