Juana María era su nombre, con desesperación, testigos vieron cómo fue devorada súbitamente por las feroces olas del mar cuando se encontraba en la playa de Acapulco, disfrutando de unas vacaciones para las que ahorró durante mucho tiempo y que quiso compartir en familia, sin embargo, nunca se imaginó que este viaje sería el último y que su vida terminaría de manera inesperada dejando tras de sí dolor y pena para sus seres queridos.
Era originaria de San Luis Potosí y madre de tres hijos; uno de 15 años, uno de 13 y otro más de apenas 12 años.
Habían ido en familia a Acapulco para tomar unas vacaciones antes de que se concretara el regreso a clases, sin embargo, al encontrarse en la orilla del mar, una repentina marea la arrastró y se la llevó consigo.
Nadie pudo hacer nada más que alertar a las autoridades que, de inmediato comenzaron con su búsqueda, ya no como una persona, sino como un cadáver.
Los días han pasado y el cuerpo sin vida de Juana María no ha podido ser rescatado.
Las autoridades no han parado las investigaciones ni las labores de supervisión, sin embargo, no han tenido éxito.
El problema mayor es que este tema les ha generado un gasto inesperado a los familiares de la víctima pues, ahora, han tenido que permanecer en el estado de Guerrero por más tiempo del que se tenía pensado.
Ante esta situación y apelando a la solidaridad de las familias potosinas, hijos y allegados de Juana María piden la colaboración de los ciudadanos para realizar una colecta que permita reunir un poco de recursos con los que puedan subsidiarse la estancia en Acapulco y todos los gastos que se han derivado de este lamentable incidente con lo que se ayudará a que la familia pueda seguir en pie de lucha para recuperar el cuerpo de la víctima de esta lamentable situación.
PERECE POTOSINA EN EL MAR DE ACAPULCO
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