Cuatro mil solicitudes de jueces sobre datos de la credencial de ciudadanos en procesos legales al año, cinco peticiones de información semanales, supervisión de dos módulos de credencialización, limpiar material electoral de 550 casillas para ahorrar dinero, mientras se atiende a una secundaria que pide la urna electrónica para hacer consultas sobre género e inclusión, y recorrer las nuevas secciones electorales con las que contará el distrito para determinar dónde instalar casillas.
Por ello los cinco vocales de la Junta Distrital número 12 de la Ciudad de México, en la alcaldía Cuauhtémoc, califican de “complicado”, “imposible” o “inimaginable” que desaparezcan las Juntas para pasar a una oficina auxiliar con un vocal que atienda las cinco áreas de trabajo donde laboran.
Lo anterior es una de las modificaciones contempladas en el plan B, que controvertirá el INE por poner en riesgo la organización de elecciones.
Cinco historias con horario de entrada, pero no de salida, en las que se auxilian de 17 personas para los módulos de credencialización y otras 16 en oficinas de la Junta, pero que se convierten en 200 en proceso electoral, por la carga de trabajo que significa mantener la calidad en el servicio de los módulos y todo aquello que da credibilidad a las elecciones.
Lorna Ferrer es la vocal ejecutiva que supervisa la buena atención en los dos módulos que se encuentran en la alcaldía, para que la ciudadanía obtenga su credencial en cuatro días a partir de su solicitud.
Entre sus funciones está desarrollar proyectos que tiene el INE para las juntas locales, como la nueva distritación electoral; apoyar a la dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos en las asambleas; se convierte en notificadora de la Unidad de Fiscalización, así como para validar las aportaciones de ciudadanos a campañas, candidatos y partidos.
Ante la propuesta de que un solo vocal atienda todo el trabajo de la Junta, Lorna Ferrer asegura que: Lo vería muy difícil, dadas las actividades del INE por encomienda constitucional y para brindarle la certeza a la ciudadanía de que lo que estamos haciendo tiene como objetivo garantizar un padrón electoral, una lista nominal, que se protejan sus datos.
Es el turno de Alberto Soto, quien es el vocal del Registro Federal de Electores y recibe al equipo de Excélsior en la sala de sesiones, pues estaba revisando cómo quedará la nueva distritación.
Durante el proceso electoral se encarga de la actualización y depuración del padrón y listado nominal, pero también, todo el año, resuelve peticiones de jueces para ubicar ciudadanos o identificarlos. Tan sólo en 2022, Alberto recibió 4 mil solicitudes de este tipo.