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PRONOSTICAN VOTO DIVIDIDO EN SLP, PARTIDOS Y CANDIDATOS NO HAN SABIDO AGLUTINAR A LA MILITANCIA

Aunque la dirigencia nacional insiste en que Mónica Rangel es la mejor candidata a la gubernatura que puede tener Morena, lo cierto es que cada vez es más evidente el rechazo que existe hacia esta candidatura, situación que, lo quieran o no, tendrá repercusiones importantes de cara a los comicios que se estarán celebrando en los próximos meses. Según analistas políticos de la 4ª. Transformación en San Luis Potosí, pese a la evidencia, tampoco se ven acciones concretas por parte de la ahora candidata para sumar voluntades, liderazgos y adeptos a su causa.

La dirigencia estatal de Morena, por su parte, asegura que estarán trabajando intensamente para impulsar a sus candidatos, excepto para Mónica Rangel. Aseguran que ella no es la candidata de la militancia, sino una imposición de las élites de partido. Con la falta de unidad y este tipo de situaciones, lo que está haciendo Morena es dejar la puerta abierta para que otro partido, otro candidato u otro proyecto pueda quedarse con la gubernatura y otros cargos. Adiós al sueño de que la 4T se concrete en San Luis Potosí.

Una muestra muy clara del fenómeno que se está viviendo en Morena es la fuga de capitales políticos. De por sí que el partido tiene pocos, dejándolos ir se va a quedar en ceros. En los últimos días, en varios municipios y en todas las regiones del estado se ha visto cómo aquellos que eran liderazgos importantes del Movimiento de Regeneración Nacional han comenzado a coquetear con otros partidos o buscar alternativas ante el desencanto, la molestia y la indignación derivadas de sus malas decisiones.

Lo que para Morena representa pérdidas, para otros partidos es ganancia. Primero porque, con este fenómeno, Morena comienza a desplomarse, pierde popularidad, simpatizantes y la posibilidad de ser una opción política de resultados, luego porque otros partidos han abierto sus puertas y mejorado sus ofertas para que, aquellos que están saliendo de cualquier partido se sumen a sus luchas. El Partido Verde es el mejor ejemplo, atrayendo para sí lo que otros partidos están dejando ir.

A propósito del Partido Verde, en qué lío se metieron los diputados de Morena que, a pesar de tener una sesión de pleno, decidieron ir a un evento proselitista en horario laboral. Creyeron que se saldrían con la suya, pero fueron exhibidos en el pleno por la diputada Beatriz Benavente quien no tuvo reservas al exhibir la irresponsabilidad de Edson Quintanar y de Angélica Mendoza quienes, ahora, súbitamente, han comenzado a apoyar a ese grupo que criticaron por tanto tiempo.

Sorpresivamente, partidos de reciente creación, los que se pensaba que pasarían el proceso electoral sin pena ni gloria, han comenzado a levantar el vuelo. Redes Sociales Progresistas se ve ya bien encarrilado y con objetivos bien firmes. Conforme se han ido presentando sus candidatos se ha visto que, a diferencia de Morena o de los partidos convencionales, sí está ofreciendo una visión alternativa para hacer política. Los perfiles que postula para los diferentes cargos podrían ser pieza clave para atraer votos y dar la sorpresa tras la jornada electoral.

Los del PRI tendrán que hacer campaña para el PAN, los del PAN tendrán que hacerle campaña al PRI, los de Morena harán campaña contra Morena, los del Verde antes eran del PRD, el PT no va con Morena, Morena trae candidatos del PRI. El escenario que se vislumbra para las próximas elecciones no es nada claro y es que la manera en que se están revolviendo los partidos puede generar una seria confusión entre la ciudadanía y desencanto entre los militantes. Quizá, ganen las estructuras. A eso se le debe apostar.

El balance que se puede hacer a escasas semanas de que arranque el periodo de campañas es que el voto estará muy dividido. Aunque las coaliciones aglomeran cantidades importantes de partidos, son muchos los candidatos que aparecerán en las boletas, algunos de ellos con propuestas muy diferentes a las de sus adversarios. Si se logra superar el abstencionismo, nadie tendrá nada asegurado. Los pocos votos que se registren tendrán que distribuirse entre una alta cantidad de alternativas políticas.

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