Con la reforma aprobada que le traspasa el control de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) se consolida como la “supersecretaría” del presidente Andrés Manuel López Obrador, que tendrá a su cargo la seguridad pública del país por medio de la militarización, con un uso discrecional de recursos y prácticamente desmantelando a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), consideran expertos.
Sin embargo, advierten que ni esta reforma ni la iniciativa para ampliar la presencia militar en las calles resolverá el problema de inseguridad en México.
“Llevamos tres sexenios fortaleciendo a las Fuerzas Armadas sin resultados en la disminución de la violencia y la incidencia delictiva, en cambio hay un aumento en la violación a los derechos humanos por parte de la SEDENA, MARINA y ahora de la GUARDIA NACIONAL”, subraya el experto de Causa en Común, Luis Carlos Sánchez.
Víctor Hernández, investigador de seguridad nacional en la Universidad Panamericana, comenta que la SSPC quedará desmantelada con el traslado de la GN a la SEDENA. “Al final, Rosa Icela Rodríguez, titular de la SSPC, y Alfonso Durazo, quien estuvo a cargo, han sido peones”.