CONFINAMIENTO. Como dirían los clásicos, semana inédita fue esta en que la conmemoración de la Semana Santa no la vivimos según lo acostumbrado. Unos asistiendo a las ceremonias religiosas del cristianismo y otros vacacionando en las playas del país fueron estampas que no se repitieron este año debido al aislamiento domiciliario en que nos mantiene la emergencia sanitaria del Covid-19. Las autoridades de salud dijeron que el confinamiento es la única opción que tenemos para mitigar la propagación de la enfermedad.
POSIBILIDAD. La posibilidad de un toque de queda para meter a sus casas a quienes anden por las calles no es una ocurrencia, sino una medida que, aunque extrema, se contempla para este tipo de emergencias. La posibilidad expresada por el gobernador Juan Manuel Carreras López puso a pensar a más de uno y para el Jueves Santo fue notoria la disminución del número de personas en las calles, que en los últimos días había hecho oídos sordos a la recomendación de quedarse en casa.
SEGURO. El gobierno de la Cuarta Transformación debería dejar de ver sólo hacia su mercado electoral y efectivamente llevar los apoyos a tanta gente que vive al día y que por la emergencia sanitaria suspendió sus actividades. Si de verdad la 4T quiere ayudar a los pobres en esta circunstancia, debe disponer de dinero para crear un seguro contra el desempleo, el cual se traduciría en una mensualidad para cubrir las necesidades básicas del desempleado. Sería una manera de devolverle al pueblo lo robado, como ahora se dice.
AUSENTES. Sea por la recomendación de mantenerse aislados o porque se espantaron por la pandemia, el caso es que los miembros de la clase política no asoman ni la nariz, para beneplácito de los ciudadanos que, como siempre, sabrán salir solos de sus problemas.
ESTORBOS. Aprovechando que los restaurantes del Centro Histórico cerraron por la emergencia del coronavirus, el Ayuntamiento debería retirar de la vía pública los estorbos que dejaron. Con total impunidad sus dueños se apropiaron de media calle frente a la Plaza de Armas, donde instalaron toldos, mesas y sillas como si estuviéramos en alguna ciudad de Europa. El alcalde Xavier Nava debe demostrar que es parejo y que no sólo le aplica la ley a los ambulantes.
HISTORIA. El doctor Alejandro Zermeño, quien a fin de mes asumirá la rectoría de la UASLP, dijo recientemente que el proceso interno es historia, dando a entender que ya perdonó a quienes hicieron la guerra sucia. En su momento en el medio universitario se responsabilizó al titular del CEFIM, Gerardo Aldaco, de haber filtrado la información que exhibía al director de la Facultad de Medicina como un discriminador que quería modificar el reglamento interno. Vaya usted a saber si eso fue cierto o puro invento de los estudiantes.
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