LOS MIL 191 DÍAS DE EMERGENCIA SANITARIA LLEGAN A SU FIN; SIN EMBARGO, LA PANDEMIA CONTINÚA.
La salud pública global ha cruzado un umbral con la histórica decisión de la Organización Mundial de la Salud de que ha llegado la hora de dejar de considerar la pandemia de covid-19 como una emergencia de salud pública internacional.
Con esta decisión -tomada 1.191 días después de esa declaración de emergencia, el 31 de enero de 2020- se reconoce también que el virus SARS-CoV-2 en sus distintas variantes se quedará entre nosotros como una enfermedad endémica, que seguirá causando infecciones y en muertes.
¿CÓMO SE ORIGINÓ EL VIRUS?
La primera vez que se identificó el coronavirus causante de la covid-19 las pistas apuntaban a un mercado de animales de Wuhan (China). Se sospechaba que el contacto próximo entre personas que trabajaban en ese recinto con algún animal que habría servido de “reservorio viral” (primero se habló de armadillos y más recientemente de perros mapaches) había facilitado el salto del patógeno al ser humano.
Con el paso de los meses surgieron sospechas de que China estaba ocultando información sobre el origen del virus y se planteó que otra hipótesis a investigar era la eventual fuga del virus de un laboratorio en esa misma ciudad.
China rechazó las acusaciones de falta de transparencia y a través de canales oficiales empezó a exponer la idea de que el virus se había originado fuera del país y que extranjeros lo habían llevado allí, desde donde se había propagado. La OMS afrontó problemas de credibilidad porque optó por la vía de la colaboración en lugar de la confrontación con China.
Como consecuencia, tres años y medio después del inicio de la pandemia, aún no se sabe realmente cómo empezó y cómo llegó al ser humano.
LLEGAN LAS VACUNAS
En el mundo occidental, la farmacéutica estadounidense Pfizer/BioNTech fue la primera en sintetizar una vacuna, que comenzó a inocularse en EEUU el 14 de diciembre de 2020, a lo que siguió el Reino Unido y más tarde la UE, para ampliarse paulatinamente a otros países.
A ésta le siguieron las de los laboratorios Moderna, AstraZeneca, Janssen, Novavax y Sanofi.
Rusia aportó la vacuna Sputnik-V en agosto de 2020, que fue presentada por el presidente, Vladimir Putin, y China se sumó también con las vacunas Sinopharm (de Sinovac Biotech) y la RDB.